El Barça de fútbol sala no ha podido levantar la Champions después de caer en la gran final contra el Palma Futsal, que ha revalidado el título por segunda temporada consecutiva (1-5). A pesar de que los azulgranas se han avanzado en el marcador en la primera parte, gracias a Adolfo Fernández, los baleares le han dado la vuelta al resultado en los primeros 20 minutos a partir de Rómulo Alves y Vilian Alves. En la reanudación, los de Jesús Velasco lo han intentado de cualquier manera, y entre los palos y el portero del conjunto mallorquín, el Barça no ha hecho el empate y el Palma Futsal ha sentenciado la final pocos minutos antes del final con las dianas de Neguinho y Chaguinha.
El resultado, pero, no refleja lo que ha sido el partido, puesto que los goles finales han sido a portería vacía y con el Barça atacando a la desesperada. En la primera parte, Carlos Barrón ha parado dos dobles penaltis a los azulgranas, mientras que también se han topado con la madera en dos ocasiones. Además, en el minuto final, Sergio Lozano ha visto la tarjeta roja por tocar la pelota con las manos en el medio del campo y ha significado la derrota definitiva del Barça en la final de la Champions.

Una sede muy polémica
La Final Four de la Champions se ha jugado en Ereván, en Armenia, una sede que ha sido muy polémica teniendo en cuenta la procedencia de los cuatro equipos que la han disputado: dos españoles y dos portugueses. Además, durante los partidos ha habido algunos problemas técnicos; en el duelo de semifinales del Barça, se fue la luz en el pabellón, mientras que en la final el cronómetro del marcador ha fallado en los compases iniciales. De hecho, protagonistas de los equipos que han jugado la final a cuatro ya se quejaron de la elección de la sede, como los mismos jugadores del Barça o el entrenador del Palma Futsal.