En medio de la euforia por la victoria de la Selección española femenina de hockey patines en la final ante Portugal (4-0) y la celebración en el Pavelló d’Esports d’Olot, un escándalo ha salido a la luz. Concretamente, se pudo saber que la copa de Europa que levantaron las capitanas Anna Casarramona y Laura Puigdueta no era la auténtica, sino una ‘réplica’ falsa. El Comité Europeo de Hockey sobre Patines (World Skate Europe) había encargado el envío del trofeo original, pero debido a problemas logísticos y la falta de previsión, este nunca llegó a su destino, la capital de la Garrotxa.
La versión que se ofrece desde el Comité para explicar este desaguisado es que no contemplaban el Puente de la Purísima que se celebraba durante la semana pasada. Ante la urgencia, un miembro del órgano se desplazó hasta Barcelona en un día laborable para adquirir apresuradamente otro trofeo que finalmente se entregó en España como campeona.
Un diseño diferente
El problema radica en que el trofeo de repuesto, adquirido a toda prisa, difiere notablemente del auténtico. Mientras el original tiene un diseño curvo con asas características, el trofeo de sustitución es más estrecho, ensanchado y estilizado. La confusión se ha vuelto evidente, puesto que la imagen oficial de la competición en todas sus apariciones publicitarias presenta el diseño genuino.
Pese a la controversia, la celebración del equipo español continuó sin contratiempo, desconociendo tanto a las jugadoras como al cuerpo técnico el intercambio de trofeos. De hecho, el paradero del verdadero trofeo es aún desconocido.
