El Girona rozó su primera victoria en LaLiga, pero un penal provocado por Blind en el descuento y transformado por Borja Iglesias frustró las aspiraciones de los de Míchel. Los catalanes se adelantaron muy pronto con un gol de Vladyslav Vanat, el nuevo fichaje gironí que se estrenó como goleador con la camiseta rojiblanca. El equipo mostró solidez y confianza, mientras que el Celta, aunque dominó por tramos, no encontró la manera de romper el muro defensivo visitante. La sensación de control y orden táctico hizo pensar que el primer triunfo estaba más cerca que nunca.
Emphatic finish from Vanat to open his La Liga account on his Girona debut!
— Zorya Londonsk (@ZoryaLondonsk) September 14, 2025
OOOSHHHH
1-0 pic.twitter.com/hLtYNEvjEm
El conjunto gironí firmó una primera parte de personalidad y control, con Witsel, Ounahi e Iván Martín como directores de orquesta en el centro del campo. La diana del delantero ucraniano, en el minuto 12, dio aire al equipo. Aun así, el Celta creció con el paso de los minutos, especialmente con Ferran Jutglà, que tuvo las mejores ocasiones locales antes del descanso. Gazzaniga, inspirado bajo palos, se convirtió en un obstáculo insalvable para los gallegos. El escenario al final de la primera mitad reflejó un Girona compacto, valiente y con el marcador a favor por primera vez en la temporada.
Un jarro de agua fría en el tiempo añadido
En la reanudación, los de Claudio Giráldez subieron el ritmo y asediaron el área visitante, pero la defensa gironina resistió con orden y sacrificio. Los cambios dieron aire a ambos equipos en un tramo final frenético, con ocasiones en ambas áreas. Cuando parecía que el Girona se llevaba el premio gordo, un rebote dentro del área en el minuto 91 terminó con penal señalado por el colegiado. Borja Iglesias no perdonó y estableció el empate definitivo (1-1), dejando al Girona con el primer punto de la temporada y al Celta con el cuarto empate consecutivo. La decepción final no ocultó la mejora de un equipo que busca recuperar confianza y resultados.