La goleada del Levante en Montilivi (0-4) ha sido un golpe muy duro para el Girona y ha provocado un discurso de auténtico terremoto de Míchel en la sala de prensa. El técnico ha puesto en duda la mentalidad de parte de la plantilla y ha reclamado un «reset» colectivo. “Si alguien aún ha pensado que este es el Girona de Champions, se ha equivocado. Hay que quitarse el ego y volver a ser humildes”, ha declarado. Según él, la falta de contundencia y de actitud en algunos duelos ha marcado el partido y ha reflejado el momento crítico del equipo. Además, ha dejado claro que sin cambiar esta actitud será imposible revertir la mala dinámica actual.
Duro con los suyos, muy duro con él mismo
Míchel no se ha mordido la lengua y ha sido igual de duro con él mismo que con los futbolistas. “Yo ya me he hecho la autocrítica: soy el peor entrenador de la Liga”, ha afirmado ante los medios. A pesar de esto, ha remarcado que confía plenamente en su capacidad de revertir la situación y que el único camino ha sido el trabajo. El madrileño ha insistido en que no hay tiempo para lamentaciones y que hay que reaccionar inmediatamente: “Con la cabeza gacha no hemos podido salir adelante. Lo que nos queda es trabajar y recuperar el orgullo”. También ha señalado que este es el momento para demostrar madurez y compromiso dentro del vestuario.
😡 El tremendo enfado de Míchel sobre el ego de sus futbolistas: "Sácate el ego ya tío…" pic.twitter.com/isLNxsoy4F
— Diario AS (@diarioas) September 20, 2025
En cuanto al papel de la afición, Míchel ha sido comprensivo con la frustración vivida en Montilivi y ha asumido que el equipo ha tenido que dar primero el paso adelante. “No hemos podido esperar que la grada nos haya animado después de un 0-4. Somos nosotros los que hemos tenido que demostrar que luchamos por cada balón. Cuando lo hemos hecho, los hemos tenido a nuestro lado”, ha concluido. El técnico ha destacado que la conexión con la afición solo se recuperará con sacrificio y constancia en el terreno de juego.