El Girona no ha podido repetir la gesta del año pasado. Golear al Barça dos años seguidos a Montilivi habría acabado de agrandar la leyenda de Míchel Sánchez al frente del banquillo gerundense. Este año, la suerte no ha caído de cara y la apisonadora del Barça de Hansi Flick ha atropellado un Girona que se estrena en competición europea de aquí a tres días.
Su equipo, según ha explicado en rueda de prensa «ha estado muy lejos de poder hacer daño en el Barça, el plan de partido no ha salido bien. No hemos salido bien de presión, y cuando lo hemos hecho no hemos instalado el equipo a campo rival». «Hemos estado ante un gran Barça, no puedo decir nada doliendo del equipo», ha añadido el técnico gerundense. Michel, pero, ha destacado el papel de su equipo que «a pesar de ser inferiores lo han intentado todo el rato». Hay cosas positivas, el equipo no se ha rebajado a ser superado, y lo han intentado», ha añadido.
La jugada polémica y la dinámica del equipo
El Girona se encuentra ante una semana exigente, con partidos contra Barça y PSG. Uno de los momentos claves ha sido el penalti a las postrimerías de la primera mitad. Un penalti que para Míchel no tiene tanta importancia, puesto que «interpretan que el brazo está en una posición natural y que viene de un compañero, lo silbarán o no», pero destaca que no ha sido el factor clave porque «buscábamos cerrar los espacios por dentro y es por donde más jugaban», ha lamentado.
Sobre si este resultado puede afectar el equipo de cara a los próximos enfrentamientos, Míchel ha querido sacar hierro y asegurar que «el equipo no lo sufrirá». «De las derrotas se aprende y nos pondremos a trabajar», ha explicado un Michel que ha asegurado que «la derrota puede ser normal, pero no las formas, esto me toca analizarlo y dar una respuesta en el jugador».