Quien iba a decir que en una ciudad donde viven más de tres millones de habitantes como es Madrid, podrían llegar a teñir de color rojiblanco los cerca de 800 aficionados del Girona Fútbol Club que se han desplazado para el decisivo partido de Liga. A pesar de que el duelo ha tenido lugar el sábado, desde el viernes ya se han podido ver manchas rojiblancas repartidas por diferentes lugares de la ciudad. En lugares turísticos, en bares y en restaurantes, varias personas distribuidas con camisetas del Girona. También en otros lugares de la calle, como por ejemplo en las tiendas de recuerdos y merchandising, donde las bufandas conmemorativas del partido dejaban constancia de la importancia de la cita.
800 aficionados del Girona desplazados a Madrid se han hecho notar como si fueran miles
«Hoy, a disfrutar, y mañana… ¡también!», gritaba un aficionado del Girona durante la noche de viernes, el día antes del partido, mientras se preparaba para salir de fiesta en un local de la capital estatal, luciendo la camiseta de su equipo con orgullo. Y es que la motivación de los rojiblancos era total. Los seguidores del Girona, del mismo modo que el club, no han ido a Madrid a ver si sonaba la flauta, todo lo contrario. «¡Les meteremos cinco!», decían los más optimistas. Los aficionados de este equipo catalán ya habían visto como su conjunto hacía caer a gigantes como el Barça o el Atlético esta temporada y querían que el Madrid se sumara a su lista de víctimas sorprendentes.
Una vez en el Estadio Santiago Bernabéu, ya el sábado, la presencia de los seguidores del Girona también se ha hecho notar mucho. A diferencia de los madridistas, que pocos de ellos iban con símbolos de su equipo, casi todos los aficioandos del conjunto catalán iban con camisetas, bufandas, gorras o cualquier prenda de ropa que les identificaba como gironistas. Mucho rato antes del inicio del duelo, la presencia de aficioandos del Girona era indudable, haciéndose notar con sonrisas nerviosas antes de una
En el partido, el sueño del Girona se ha convertido en pesadilla. El Madrid ha sido inmensamente superior y no ha dado ningún tipo de opción al equipo catalán. Ahora bien, esto no ha hecho que el orgullo de los aficionados rojiblancos desapareciera. Todo lo contrario. La zona reservada a los catalanes, en una esquina de la quinta grada, ha sido la que ha puesto más color al estadio. Con el partido ya sentenciado, incluso, los aficionados del Girona eran los que más se oían en un campo donde los seguidores locales tienen la fama merecida de