El Girona Fútbol Club tiene una cita con la historia. Los gerundenses visitan el Santiago Bernabéu para enfrentarse al Real Madrid en un partido que podría decidir media Liga. Los blancos se encuentran como líderes de Primera División, pero solo a dos puntos de los de Míchel. Si el Girona consiguiera la victoria, volvería a la posición más líder de la clasificación de la competición doméstica. Por eso, el duelo en el eterno feudo madridista se puede considerar una ‘final’ que ni siquiera los seguidores más fieles al club gerundense habrían imaginado nunca que disputarían.
Una situación que los gerundenses todavía no se creen
De hecho, bien seguro que los aficionados del Girona piensan que todavía están soñando, y están disfrutando de esta campaña con incredulidad, pero a la vez, admiración por la historia que está culminando el equipo de Míchel. Porque quizás los gerundenses no acaban ganando la Liga, pero es muy probable que acaben disputando la Champions la próxima temporada, y esto ya será un hecho histórico para un club que ha tenido una historia muy dura. El Girona, hasta hace muy poco, era un equipo que estaba en las divisiones regionales del fútbol catalán, y el primer ascenso a la Segunda División en 2008 ya fue un hecho impensable y surrealista.
Al cabo de unos años, y después de consolidarse en la categoría de plata del fútbol español y con un montón de ascensos a Primera División fallados, el Girona ya era un miembro de pleno derecho del fútbol profesional, pero nunca nadie imaginaría el decurso de la situación. Con el histórico ascenso a la máxima categoría del fútbol estatal el 2017, se empezaron a escribir las primeras páginas de un Girona mágico. La alegría solo duró una temporada, puesto que en la segunda campaña de los gerundenses en la Primera División, una segunda vuelta desastrosa envió los catalanes a los infiernos de Segunda División otra vez. Allí estuvieron tres años más, hasta que una noche mágica en Tenerife permitió al Girona volver a la élite. Y la temporada pasada, la 2022/23, fue la de la consolidación, y después de asegurarse la permanencia, se miró incluso a las posiciones europeas, pero finalmente no llegaron.

Un año histórico y para enmarcar
Este año, en cambio, parece que llegará. Y con mucha probabilidad se disputará la máxima competición continental de fútbol: la Champions League. Un hecho impensable para el Girona desde hace solo unos años, cuando el humilde club de provincia luchaba y luchaba para hacerse un nombre en el fútbol profesional y luchar contra los mejores equipos del estado. A pesar de que Míchel continúa señalando que el objetivo de su elenco esta temporada es clasificarse para Europa, las jornadas van pasando y el Girona continúa ahí, luchando para conseguir la primera Liga de la historia. Con el duelo contra el Real Madrid de este sábado, la oportunidad de volver a la primera posición de la competición doméstica está viva, y los gerundenses quieren continuar haciendo historia.