Món Esport
La vieja guardia del Girona acerca al equipo a la permanencia (1-0)

El Girona Futbol Club ha roto por fin su mala racha y ha vuelto a ganar tras once jornadas y tres meses sin hacerlo. Un gol temprano del capitán Cristhian Stuani ha servido para sumar tres puntos de oro frente al Mallorca (1-0) y dar un paso de gigante hacia la permanencia. Ahora, los de Míchel Sánchez se sitúan por encima del Sevilla y el Alavés en la clasificación, en la decimoquinta posición, con un colchón de seis puntos respecto al descenso cuando solo quedan doce por disputar. A la hora de la verdad, los jugadores más emblemáticos del Girona, los que llevan años en el club y que saben de qué va el club más allá de la exitosa temporada pasada, han dado un paso adelante y han sido los mejores del partido: Stuani y Portu.

La crónica del Girona-Mallorca (1-0)

A pesar de la lluvia persistente, que ha provocado la peor asistencia de la temporada en Montilivi con 7.721 espectadores, los presentes han vivido una tarde de fútbol con espíritu de final. Y los veteranos han sido, una vez más, los que han dado la cara. Solo se habían jugado diez minutos cuando una jugada enredada dentro del área, tras un tiro de Iván Martín, acabó en los pies de Stuani. El uruguayo no perdonó e hizo su noveno gol del curso, cinco de los cuales han llegado en los últimos siete partidos. Con el marcador a favor, el Girona creció. Portu, Yangel Herrera y Tsygankov pusieron a prueba a un Greif que tuvo que intervenir en varias ocasiones para evitar que el partido se rompiera antes de tiempo. El Mallorca, en cambio, se mostró espeso, con dificultades para salir con el balón jugado y sin capacidad de reacción real hasta los últimos minutos.

Portu, durante el Girona-Mallorca | Europa Press
Portu, durante el Girona-Mallorca | Europa Press

La única oportunidad clara de los baleares fue un tiro envenenado de Sergi Darder que Gazzaniga desvió con una estirada de mérito. En la reanudación, el conjunto de Míchel mantuvo el ritmo, intenso y con el objetivo claro de no cometer errores. Blind y Portu rozaron el segundo, e incluso se reclamó un penalti sobre Krejci que el árbitro no señaló. Con los nervios del final y la entrada de Muriqi para buscar el gol del empate, el Girona supo resistir y, por primera vez en toda la segunda vuelta, dejó la portería a cero. Una victoria de veteranía, de sufrimiento y de oficio, que acerca a los gerundenses a su objetivo principal: seguir un año más en Primera.



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