El partido de la jornada 8 de LaLiga Hypermotion (Segunda División) entre el FC Andorra y el Mirandés, disputado el sábado en el Estadi Nacional de Andorra la Vella, terminó con un episodio polémico en el túnel de vestuarios. Según reflejó el árbitro Alonso de Ena Wolf en el acta, Gerard Piqué perdió los nervios e increpó a uno de los asistentes. “Sois unos sinvergüenzas, esto es una vergüenza”, habría dicho el máximo accionista del club andorrano, quien según el colegiado se acercó a escasos centímetros del juez de línea con actitud “intimidatoria”. El incidente se produjo minutos después de un empate que dejó un sabor amargo al conjunto tricolor.
Durísimas sanciones para Piqué y sus directivos
El documento también recoge la participación de otros directivos del club: el director general, Jaume Nogués, insistió con insultos y expresiones de desprecio tanto hacia el asistente como hacia el colegiado principal, mientras que el team manager, Carles Manso, profirió graves insultos directos. El ambiente fue tan tenso que la policía tuvo que intervenir para separar a los implicados y evitar que la situación fuera a más. La redacción del acta arbitral no deja margen a dudas y apunta a un comportamiento muy grave por parte de los responsables del club.
Ahora, el Comité de Disciplina de la RFEF deberá decidir la sanción. Los implicados podrían enfrentarse a multas de entre 3.000 y 30.000 euros, además de suspensiones de entre cuatro y doce partidos por insultos, coacciones y amenazas al equipo arbitral. En caso de que se confirmen las sanciones más duras, el FC Andorra podría verse afectado deportivamente e institucionalmente. Todo esto supone un nuevo capítulo polémico para Gerard Piqué, que en su etapa como dirigente no consigue librarse del foco mediático.
