Después de dos meses de competición a nivel de clubs, las malas cosechas de varios conjuntos se han saldado con cambios. Recientemente, dos grandes equipos del panorama europeo han despedido a sus técnicos y como relieve han situado el nombre de dos técnicos ilustres. En la Bundesliga, el Bayer Leverkusen ha despedido a Gerardo Seoane y ha contratado al mítico exfutbolista del Real Madrid Xabi Alonso. Por su parte, en España, el Sevilla ha echado definitivamente a Julen Lopetegui y ha obrado el regreso del argentino Jorge Sampaoli.
Xabi Alonso, discípulo de Guardiola, Mourinho o Del Bosque
El primer cambio tiene mucha teca. Los alemanes han completado un inicio de temporada nefasto. En el campeonato nacional ocupan la decimoséptima plaza, y por tanto están en lugar de descenso. Sólo han ganado en una jornada de las ocho que han transcurrido, y ha dañado la última derrota por 4-0 ante el Bayern de Munich. En la UEFA Champions League las cosas van ligeramente mejor en términos resultadistas, ya que, tras la primera mitad de la fase de grupos, tienen tres puntos y todavía muchas opciones de pasar de ronda o, al menos, de continuar en Europa League. En su grupo, aparte del Brujas de Ferran Jutglà, que lo ha ganado todo y por tanto tiene nueve puntos, tanto el Atlético de Madrid como el Oporto tienen también tres puntos.
El club de la aspirina fichó Seoane en el verano de 2021. Tras su buen papel en el Young Boys suizo, el también técnico suizo probó suerte en Alemania y tuvo un gran debut . Alcanzó la tercera posición en la pasada Bundesliga. En la Europa League, tras ganar a un grupo exigente, con el Betis, el Celtic de Glasgow y el Ferencvaros, cayeron de pie ante el Atalanta italiano, con un global de 4-2. Pero la situación actual pedía a voces el cambio.
Y para cambiar el rumbo, el club de la cuenca del Ruhr ha contratado nada menos que la leyenda Xabi Alonso. El ex jugador vasco, formado en las categorías inferiores de la Real Sociedad, se hizo un nombre al Liverpool, con quien ganó la Champions de 2005 en el milagro de Estambul. Luego, Florentino Pérez, presidente del Madrid, le enroló en las filas blancas, siendo muy importante especialmente para el técnico José Mourinho.
También fue primordial en La Décima, de 2014 y, paralelamente, a las selecciones españolas de Luis Aragonés y de Vicente del Bosque (con este último acostumbró a formar un medio del campo de lujo con Sergio Busquets, Xavi Hernández y Andrés Iniesta). El verano de ese año, Pep Guardiola le fichó para su Bayern de Múnich, antes de retirarse, la temporada 2016/2017.
La trayectoria de Xabi Alonso en los banquillos
Tras un tiempo de descanso y de formación, el de Toulouse fichó por el filial de la Real Sociedad, donde todo había empezado para él. Lo hizo en la temporada 2019/2020. Después de dos temporadas, ascendió los txuri-urdin en la Segunda División: una cota que no habían alcanzado en sesenta años. Todo ello, con un fútbol muy reconocible, con condiciones parecidas a salvando las distancias, las del fútbol de Pep Guardiola. Hay que tener en cuenta que Alonso ha tenido a los mejores técnicos de la época: los mencionados Guardiola, Mourinho, Aragonés y Del Bosque, pero también Carlo Ancelotti, Manuel Pellegrini o Rafa Benítez.
Leverkusen, la primera gran aventura de Xabi Alonso en los banquillos
En verano de 2021, tras no poder evitar el descenso y regreso de la Real Sociedad B a la categoría de bronce del fútbol español, Alonso dejó su cargo. Y ahora, después de un año sin trabajo en los banquillos, recibe su primera gran responsabilidad. El Bayer Leverkusen es uno de los grandes equipos de Alemania. A nivel europeo, hace dos décadas fue subcampeón de la Champions League, cuando perdió la final frente al Madrid de los galácticos. Empieza, pues, una historia que promete mucho, y que hará, entre otras muchas cosas, que Alonso, con el corazón madridista, juegue su segundo partido de la máxima categoría continental en el campo del Atlético, el Nuevo Metropolitano.
Sampaoli vuelve al Sevilla cinco años después
En cuanto al Sevilla, se acabó un serial que había durado demasiado tiempo. La despedida de Julen Lopetegui era un secreto a voces, que ha terminado de la forma más fea posible: con el técnico vasco dirigiendo a los andaluces contra el Borussia Dortmund y conocedor de que el club le despediría oficialmente después. En el césped no hubo color: los alemanes se impusieron por un contundente 1-4. Este resultado, unido al 0-4 que el Manchester City de Pep Guardiola también logró en el Ramón Sánchez Pizjuán, hacen que el club rojiblanco sea el primer español en la historia en recibir al menos cuatro goles en partidos consecutivos en Europa.
Después del encuentro se dio, al menos, una imagen tierna: antes de entrar en el vestuario, Lopetegui agradeció el apoyo de la afición y se despidió devolviéndole los aplausos. Y después de unos segundos de hacerlo y dirigirse al túnel de vestuarios, el secretario deportivo de la entidad, Monchi, le pidió que estuviera más rato.
Lopetegui se marcha con una gran trayectoria, habiendo sido el técnico de la séptima Europa League y habiendo hecho del Sevilla un conjunto también reconocible y temible. Sin embargo, esta temporada el equipo está al borde de las plazas de descenso y prácticamente fuera de la ronda de octavos de final de la Champions.
Eso sí, hay mucha gente que apunta precisamente contra la planificación de Monchi, recordando que ha vendido jugadores importantes, como los defensas Diego Carlos y Jules Koundé, y que no ha hecho buenos fichajes. Sea como fuere, para remontar la situación, el Sevilla ha contratado a un viejo conocido: Sampaoli.
Después de convertir en primera vez la selección de Chile en campeona de Sudamérica, Sampaoli fichó por el Sevilla. Lo hizo la temporada 2016/2017. Dejó un gran regusto en términos de sensaciones y resultados. En la Liga, dejó a los andaluces en cuarta posición, mientras que, en la Champions, pasó con solvencia la fase de grupos, por detrás de la Juventus y por delante del Olyimpique de Lyon y el Dinamo de Zagreb. En los octavos cayó contra el sorprendente Leicester.
Después, a final de temporada, recibió la llamada de la selección argentina para dirigir la albiceleste al Mundial de 2018, y no se lo pensó dos golpes. Al final salió por la puerta trasera, después de una fase de grupos desastrosa y, eso sí, de hacer frente a la Francia campeona en los octavos de final. Ahora continuará lo que hizo, con una situación difícil pero con más experiencia que entonces. Últimamente, el de Casilda ha tenido buenos resultados allí donde ha estado. Sin ir más lejos, la pasada temporada dejó el Olympique de Marsella segundo en la Ligue 1 y en las semifinales de la Europa League.
