El fútbol es un deporte en constante evolución. Desde su creación, a finales del siglo XIX, ha ido mutando, con nuevas reglas que han servido para mejorarlo -o para intentarlo-. El último adelanto ha sido la primera tarjeta blanca que se ha enseñado, el último fin de semana en un partido del fútbol femenino de Portugal. El partido estaba siendo disputado, concretamente, por el Benfica y el Sporting de Portugal. Era correspondiente a la Taça de Portugal Feminina, que sería el equivalente a la Copa de la Reina, y acabó con una victoria contundente del Benfica, por 5-0, en el Estadio da Luz.
Aun así, la noticia ha sido una decisión de la colegiada. Por una vez, una árbitra ha sido la noticia y lo ha sido por una cuestión positiva. La colegiada, denominada Catarina Branco, enseñó la tarjeta blanca a los médicos de ambos equipos. Corría el minuto 44, cuando un aficionado a los graderíos se encontraba mal y se desmayó. Necesitaba asistencia y, en este sentido, los médicos acudieron con rapidez y solucionaron la situación. Branco, pues, enseñó la tarjeta blanca para valorar el acto de fair play y ético que tuvieron los profesionales, que también recibieron la ovación del resto de los 15.000 aficionados presentes.
La Federación Portuguesa de Fútbol instauró la tarjeta blanca hace cinco años
La tarjeta blanca fue aprobada por la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF) el año 2018, para premiar este tipo de acciones, cometidas tanto en el césped como fuera. Según la FPF, este elemento sirve para «reconocer los comportamientos correctos en el campo, aplicándose a jugadores, entrenadores y también aficionados».

Años atrás, en 2016, en la segunda división masculina de Italia, la Serie B, un árbitro ya había enseñado una tarjeta similar a un futbolista. En aquel caso, el jugador del Vicenza Cristian Galano vio una tarjeta verde después de reconocer al colegiado que la decisión de otorgar a su equipo un córner era errónea, y que la pelota tenía que ser para el equipo rival. Aun así, el caso mencionado en Portugal ha sido el primero en el cual se ha visto la tarjeta blanca. En un partido que, por cierto, ha cumplido el récord de la mayor asistencia a un partido de fútbol femenino en Portugal.




