El Mundial de Qatar deja, día a día, nuevas noticias lamentables sobre la situación de los derechos humanos en el país. Al inicio del torneo ya se conoció que la FIFA no permitiría que los capitanes llevaran el brazalete con la bandera del arcoíris, en apoyo al colectivo LGTBIQ+. Los equipos que lo hicieran, se expondrían no solo a una multa económica, sino a una tarjeta amarilla antes de empezar para los jugadores que lucieran la bandera. Ninguna de las selecciones participantes quiso desobedecer. Ahora bien, aquí no acaba todo. Inglaterra, antes de su debut contra Irán, decidió que Harry Kane, su capitán, luciría el brazalete y asumirían la multa económica. Poco antes del inicio del duelo, miembros de la FIFA se reunieron con la Federación Inglesa de Fútbol para comunicarles que no solo habría una multa económica y una tarjeta amarilla a Kane, sino que se exponían al hecho que les restaran puntos. Esta dura amenaza obligó a los ingleses a echarse atrás.
La FIFA insinuó que restarían puntos si hiciera falta
El director ejecutivo de la FA, Mark Bullingham, ha explicado en la televisión inglesa ITV Sport que la federación se siente «frustrada y enfadada» con las amenazas de la FIFA. Según declara, habían llegado a un acuerdo, en el cual los ingleses asumían la multa económica, pero lucirían igualmente el brazalete LGTBI. «Dos horas antes del partido contra Irán, vinieron aquí con cinco árbitros y nos avisaron que, como mínimo, cualquier equipo que llevara el brazalete LGTBI se enfrentaría a medidas disciplinarias ilimitadas. No se trataba solo de la multa y una tarjeta para el capitán, sino que nos podían restar puntos», declara Bullingham. Es por eso que The Three Lions decidieron hacer caso a la FIFA.
Indignación, pero resignación final
Desde la FA aseguran que se sienten despreciados y amenazados por el máximo organismo del fútbol internacional. «El sentimiento de frustración es muy grande, pensamos que es indignante la manera en que se ha gestionado todo. Queríamos mostrar nuestro apoyo a la comunidad LGTBIQ+ y no hemos podido», dice el director ejecutivo de la Federación Inglesa de Fútbol. Harry Kane, el capitán de Inglaterra, también está molesto y frustrado con la FIFA, porque quería lucir el brazalete durando todo el Mundial. En todo caso, la FA no quería poner los jugadores en un compromiso: «No podíamos hacerlo, hay futbolistas que han soñado con jugar un Mundial desde que eran niños y, de repente, era posible que no pudieran participar», deja claro Bullingham. Otro episodio vergonzante y asqueroso de la FIFA y Qatar.