Empieza el juicio a Dani Alves por la presunta violación de una chica en la discoteca Sutton de Barcelona. El futbolista, que hace más de un año que está en prisión preventiva, llegará este lunes por la mañana a la Audiencia de Barcelona, donde está previsto que declaren tanto él como la víctima. Si no hay ninguna sorpresa, el juicio se alargará hasta el miércoles. La acusación particular pide 12 años de prisión, mientras que la Fiscalía ha exigido una pena de nueve años. La defensa del jugador, que ahora lleva la abogada Inés Guardiola, ha sopesado en varias ocasiones llegar a un acuerdo para conseguir una pena más baja, pero fuentes judiciales han explicado a Europa Press que al menos hasta el pasado viernes no había habido ningún contacto ni negociación formal al respeto. El acuerdo de conformidad se puede producir hasta que empiece el juicio.
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha informado que el juicio empezará a las 10.00 de este lunes con las cuestiones previas. La víctima, de 23 años, también declarará en la jornada de hoy y lo hará protegida por un biombo para evitar que tenga contacto visual con Dani Alves. Como medida especial de protección para la chica, el tribunal también ha ordenado que haga su declaración a puerta cerrada y que la grabación de su relato, que quedará registrado como prueba, se hará pixelada y con la voz distorsionada para que no se la pueda reconocer si se filtra el video. Por su parte, el futbolista también tendría que declarar en la sesión inaugural, a pesar de que su defensa podría solicitar moverla al final del juicio porque así podrá responder a todas las pruebas y testigos.

El martes habrá las declaraciones de los 28 testigos que están citados a declarar en el juicio, que se hará por la tarde por la falta de salas disponibles en la Audiencia de Barcelona, y el miércoles será el turno de las pruebas periciales, las conclusiones y los informes finales.
La Audiencia de Barcelona, un búnker
El tribunal ha decidido priorizar la protección de la víctima, en especial para preservar su identidad. A pesar de que las partes habían reclamado que todo el juicio fuera a puerta cerrada, los magistrados han accedido a dejar entrar a la prensa, que podrá escuchar las sesiones. Solo la declaración de la víctima será a puerta cerrada. Además de pixelar su declaración, la Audiencia de Barcelona también ha decidido prohibir que se pueda grabar o emitir en directo nada de lo que pase en la sala y todos los testigos se tendrán que referir a ella como “la denunciante” para evitar que se filtre su nombre. El tribunal también ha prohibido hacer fotos a la joven o a su familia y divulgar información sobre su vida o cualquier detalle que permita identificarla.





