Andrés Iniesta ha disputado este sábado su último partido con el Vissel Kobe japonés, club que le ha dedicado una ceremonia de despedida. Iniesta, que asegura haber crecido «como jugador y persona» en el Japón, ha recibido la espectacular despedida después de cinco temporadas en Kobe, disputando un último partido ante su gente y en medio de gritos, cántico y hasta un espectacular mosaico.
El exblaugrana, que no jugaba con su equipo desde el amistoso disputado hace poco menos de un mes ante su Barça, ha recibido varios regalos de manos, entre otros, del propietario del club, Hiroshi Mikitani. El centrocampista ha posado visiblemente emocionado en un estadio a oscuras, con luces en las gradas, en un acto organizado en el Estadio Noevir de Kobe, mientras en las vallas publicitarias del recinto podía leerse el texto «INIESTA KO8E FOREVER».
El partido ha sido contra el Consadole Sapporo y ha acabado con un 1-1 en el marcador. Las emociones, a flor de piel desde el pitido final. Iniesta, acompañado de su familia, ha vuelto a saltar en el campo y ha visto como sus compañeros se vestían todos con una equipación especial con el mítico dorsal 8 en las espaldas. En medio de un espectáculo de pirotecnia, la figura de Iniesta ha sido protagonista de un homenaje en un recinto lleno a rebosar, con 30.000 personas que han ido a ver los últimos toques de balón de un jugador que ha hecho historia en Europa y, ahora también, en Asia.
Cabe que recordar que Iniesta llegó al Japón en 2018 como si se tratara de una estrella del




