La designación de Qatar como sede del Mundial 2022 ha generado polémica desde el día que se anunció. Y no es para menos. Se está dando visibilidad a un país donde no solo no se respetan los derechos humanos, sino que los dirigentes no tienen ningún reparo en admitir y hacer públicas leyes xenófobas y homófobas. Además, es sabido que más de un trabajador perdió la vida durante la construcción de las infraestructuras necesarias para acoger la cita mundialista. Ante esto, y sabiendo los intereses económicos que hay por el medio, la FIFA podría limitarse a callar y mirar hacia otro lado, como siempre, pero Gianni Infantino ha decidido hacer unas lamentables declaraciones para camuflar la vergüenza del Mundial de Qatar.
Unas declaraciones inverosímiles
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha decidido lucirse dos días antes del inicio del Mundial 2022 en el Qatar: «Hoy me siento qatarí, árabe, africano, gay, discapacitado, trabajador migrante… Me siento como ellos y sé lo que es sufrir acoso desde pequeño. Fui pelirojo y sufrí
Ha acusado a los europeos de tener una «doble moral»
Por si no había suficiente, Infantino ha decidido también lanzar un ataque a la sociedad europea y a los periodistas desplazados a Qatar: «Estas últimas semanas hemos sido testigos de una doble moral. Los europeos nos dan muchas lecciones. Soy europeo y tendríamos que pedir perdón por dar lecciones. Vine hace seis años y lo primero que hice fue hablar de los trabajadores. Cuántas empresas europeas ganan dinero aquí o en otros países de la zona y se han preocupado de los trabajadores? Ninguna. Igual ganaban menos si lo hacían. Nosotros, sí. Aquí defiendo el fútbol y las injusticias. Saben cuántos periodistas vinieron a un acto sobre discapacidades hace dos días? Cuatro. Hay miles de trabajadores migrantes que mueren y nadie se acuerda. Qatar ha ofrecido a muchos migrantes ganar diez veces más que en su país». Sobre los derechos LGTBI, el presidente de la FIFA ha dicho que «todo el mundo es bienvenido» y que «hay que pasar por un proceso. Las puertas se están empezando a abrir». Curiosa manera de encubrir la homofobia.