Este jueves se ha conocido finalmente la sentencia a Dani Alves por su agresión sexual a una mujer en la discoteca Sutton de Barcelona a finales de 2022. El futbolista brasileño ha sido condenado a cuatro años y medio de cárcel, así como a cinco años de libertad vigilada una vez haya cumplido su pena penitenciaria. También se le ha impuesto un alejamiento de la víctima durante nueve años y nueve meses y una indemnización de 150.000 euros por daños morales. Finalmente, también tendrá que pagar una multa de 150 euros diarios durante dos años y las costas procesales.
Según consta en la sentencia a la qual ha tenido acceso Món Esport, «el tribunal considera probado que “el acusado cogió bruscamente a la denunciante, la lanzó al suelo y, evitando que pudiera moverse, la penetró vaginalmente, a pesar de que la denunciante decía que no, que se quería marchar”. Y entiende que “con esto se cumple el tipo de ausencia de consentimiento, con uso de la violencia, y con acceso carnal”».
El caso Alves
Hay que recordar que el caso Alves empezó la noche del 30 al 31 de diciembre de 2022. En la zona reservada de la discoteca Sutton de Barcelona, el futbolista se acercó a la víctima y a sus amigas. En la pista de baile, ya se produjeron los primeros tocamientos sin consentimiento. Posteriormente, Alves condujo a la mujer a los lavabos de la discoteca, donde la violó. Pocos días después de los hechos, la víctima denunció al jugador.
El brasileño fue detenido, declaró y desde entonces ha estado encerrado en prisión provisional, donde ha cambiado varias veces de versión. Empezó diciendo que aquella noche no había pisado la discoteca Sutton y, despacio, fue admitiendo los hechos. En su declaración al juicio, reconoció relaciones sexuales, pero aseguró que habían sido consentidas, cosa que el tribunal, sin embargo, ha desestimado. Alves ya ha cumplido un año de cárcel de los cuatro y medio que se le han impuesto.
