El Mundial femenino, que empezará el próximo 20 de julio, vive una situación muy crítica y lamentable. A falta de menos de dos meses para el pistoletazo de salida de la competición más importante en el ámbito futbolístico, todavía no están repartidos y vendidos los derechos a los canales de televisión de los países con las selecciones más importantes por culpa de sus lamentables ofertas. Por lo tanto, a estas alturas, ningún aficionado de estos países podría ver el Mundial, la cita que reúne las mejores selecciones del mundo. Este año, el prestigioso torneo se disputa en Australia y Nueva Zelanda y muchos países han hecho ofertas a la baja para poder retransmitir los partidos del Mundial en sus cadenas de televisión.
Los países que tienen las selecciones más potentes, son los que han hecho las apuestas más bajas. Solo proponen una cifra de entre un 1% y un 5% del que pagaron para poder retransmitir el Mundial de Qatar. Por ejemplo, la oferta para el Mundial femenino de los canales de televisión públicos en Alemania es de cinco millones de euros, mientras que por la cobertura del Mundial masculino pagaron 214 millones. En el caso de Italia, que no participó, su apuesta por la cobertura de la cita masculina fue de 160.
En el caso de España, según informa

La FIFA pide respeto al Mundial femenino
La misma competición, que ha decidido los horarios y la sede, ha pedido «respeto y justicia» para el Mundial femenino en los países que quieren los derechos de televisión. La FIFA considera que las ofertas de los países son mucho a la baja y que «no reflejan el valor del juego». En este sentido, a principios del pasado mes de mayo, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, aseguró que si las ofertas no eran «justas», no se podría retransmitir el Mundial. Un contratiempo importantísimo que la FIFA y los países implicados tienen que resolver ya, si no quieren ver como miles de personas se quedan sin poder ver por su televisión el próximo Mundial femenino.
Por un lado, Infantino dice que si las ofertas no son nada justas, no venderá los derechos. Por el otro, los ministros de deportes de países como España, Alemania, Francia o los Estados Unidos han firmado una declaración conjunta en la que aseguran que «consideran que es su responsabilidad movilizar a las partes interesadas para que lleguen rápidamente a un acuerdo», a pesar de que también entienden las «limitaciones organizativas» en estos países a causa de la diferencia horaria.