Ha salido a la luz la declaración de la futbolista Jenni Hermoso a la Fiscalía respecto al caso del beso y las coacciones recibidas por parte del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales. Telecinco ha revelado las respuestas de la jugadora, donde detalla su versión de los hechos. Como ya había hecho públicamente, Jenni contradijo Rubiales y aseguró que el beso no fue consentido. Así relata ella el momento: «Nos abrazamos y felicitamos. Él saltó encima de mí y tuve que mantener el equilibrio. Él me dijo que habíamos ganado el Mundial gracias a mí. A partir de aquí solo recuerdo sus manos sobre mi cabeza y el beso. No recuerdo haber escuchado nada más. No me sentí respetada en ningún momento. El beso no fue consentido». También dice que en el momento solo lo habló con Alexia Putellas e Irene Paredes, porque «no quería robar el protagonismo de ninguna forma».
Jenni Hermoso y las coacciones y presiones recibidas por parte de Rubiales y la RFEF
Además, destaca sobre todo lo que Jenni explica que vino a partir del beso, que fueron coacciones constantes desde bien pronto. En primer lugar, la jugadora narra que Rubiales ya la hizo salir del vestuario, donde estaba celebrando el triunfo con sus compañeras: «Me dicen que salga, que el presidente me necesita. Él me dice que el tema del beso se está comentando mucho y se está liando. Entonces me explica su versión de los hechos y yo le digo que no hace falta que me lo diga, que ya sé qué ha pasado. Le dije que aquello no estaba bien y que habría consecuencias». Posteriormente, Rubiales entró con ella al vestuario y anunció un viaje pagado a Ibiza para todas: «Me estaba cogiendo del hombro todo el rato».

A partir de aquí, las presiones y las coacciones fueron en aumento, según explicó Jenni a la Fiscalía. En el autocar de vuelta, pararon el vehículo y la hicieron bajar: «Me enseñaron un escrito que yo no había escrito y me pidieron que lo firmara. Dije que no lo quería hacer y que hicieran lo que quisieran. No dije ninguna palabra de lo que salía en el texto». Y la gravedad de los hechos escaló en el avión de vuelta: «Durante el vuelo vimos que estaban preocupados, que algo no iba bien. Rubiales me esperó en la salida del baño. Me dijo que el caso se estaba liando mucho y que tenía que salir en un video con él. Yo le dije que no y él me respondió que lo tenía que hacer por sus hijas, que estaban llorando». Finalmente, Jenni también confirma que recibió presiones de Jorge Vilda, exseleccionador, y que también intentaron utilizar a su familia para coaccionarla.