El primer equipo femenino del Real Madrid ha comenzado la temporada con un rendimiento que está muy lejos de las expectativas y se puede considerar que el equipo ya ha quedado descolgado en la lucha por el título, sobre todo teniendo en cuenta que el Fútbol Club Barcelona suele ganar casi todos los partidos. El conjunto blanco, que este verano inició una nueva etapa con el relevo en el banquillo –Pau Quesada por Alberto Toril–, solo ha sumado 8 puntos de los 15 que ha disputado y ha caído hasta la quinta posición de la Liga F. El último empate sin goles en el campo del Costa Adeje Tenerife confirma los problemas del equipo: dominio de la posesión pero escasa generación de ocasiones claras y, para empeorarlo todo, un penalti desaprovechado por Sara Däbritz en el último minuto del duelo.
El Madrid comienza la Liga F de la peor manera posible
Este inicio irregular contrasta con la evolución ascendente de los últimos años. Desde que el club se estableció de manera definitiva en la máxima categoría, el Madrid había sido capaz de consolidarse como alternativa al Barça, con cuatro subcampeonatos consecutivos e incluso llegando a situarse a solo ocho puntos de las blaugranas en la última temporada. Ahora, sin embargo, la situación es muy diferente: las madrileñas no han ganado ninguno de los tres primeros desplazamientos y ven cómo rivales directos como el Atlético de Madrid y la Real Sociedad las superan con claridad, sumando ya 13 puntos cada uno. El Barça es líder con pleno de victorias y 15 puntos.

A pesar del susto en la Liga, el Madrid puede tomar aire gracias a la clasificación para la fase de grupos de la UEFA Women’s Champions League, lograda tras superar al Eintracht de Frankfurt en la fase previa. Este éxito continental evita que la situación sea completamente desesperada, pero las alarmas están encendidas en el club blanco. El proyecto, que debía servir para acercarse definitivamente al nivel del Barça, ha comenzado con síntomas de fragilidad y con la sensación de que la temporada puede quedar muy pronto comprometida si no hay una reacción inmediata.