La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha destituido Andreu Camps, secretario general y la mano derecha de Luis Rubiales dentro del organismo del fútbol español. El cese de Camps era una de las peticiones de las campeonas del mundo para volver a jugar con la selección española. Las funciones serán asumidas de forma interina por Elvira Andrés, directora del gabinete de la presidencia, y Alfredo Olivares, actual director de competiciones, hasta la finalización del proceso electoral.
Entre los cambios específicos que exigían las jugadoras para ir con el combinado estatal, recogían cambios en el organigrama de la secretaría general, haciendo referencia al cese de Andreu Camps, uno de los hombres vetados por parte de las futbolistas. Además, también pidieron cambios en el gabinete de la presidencia y la dirección de Integridad y una nueva estructura del área de comunicación y marketing.
Por eso, Camps es el primero de los despidos inminentes que se espera en la Real Federación Española de Fútbol. Próximamente, se tendrían que producir las salidas de los responsables de comunicación, de Integridad, con Miguel García Caba en la lista negra, así como el director de marketing, Rubén Rivera. Pedro Rocha, el presidente interino, es quien irá informando de los despidos a los afectados.
Camps, una de las caras visibles de la Federación
Camps era una de las caras visibles de la Federación desde hace más de 5 años, desde que fuera escogido en el cargo el mayo de 2018. Antes, fue miembro del Tribunal Administrativo del Deporte, y en un principio fue una de las figuras intermediadoras con las jugadoras, hasta que las mismas futbolistas lo desautorizaron por sus comportamientos machistas.
De hecho, el hasta ahora secretario general de la RFEF se negó a que las camisetas de las jugadoras llevaran serigrafiados sus nombres en la espalda porque «suponía mucho gasto», según informó El Confidencial. Un hecho que calentó, todavía más, las relaciones entre Camps y las futbolistas, haciendo reflejar las diferencias de trato con la selección femenina. Finalmente y de manera curiosa, fue el mismo Rubiales quién dio el visto bueno para que las camisetas de las jugadoras llevaran sus nombres inscritos.

