Durante las últimas horas se ha conocido una información relacionada con el caso Rubiales que pone en peligro a todo el fútbol español. Según ha avanzado Onda Cero, Andreu Camps, secretario general de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y mano derecha de Luis Rubiales, denunció el gobierno español a la UEFA el pasado viernes. Lo hizo en el momento en que se supo que el Consejo Superior de Deportes elevaba al Tribunal Superior del Deporte las denuncias a Rubiales por su comportamiento machista en la final del Mundial femenino. Camps acusó el gobierno español de injerencia, una afirmación muy grave y con posibles consecuencias muy serias por parte de la UEFA, como por ejemplo la expulsión de todos los clubes de las competiciones europeas, es decir, Champions League, Europa League y Conference League.

La denuncia se registró antes de que la FIFA suspendiera Rubiales, cosa que comportó la llegada de un nuevo presidente interino a la RFEF, Pedro Rocha. Ahora, este tendrá que decidir si mantiene esta denuncia a la UEFA o si la retira. Mientras esté activa, todo el fútbol español está en riesgo, puesto que la UEFA considera un caso muy grave la injerencia de un gobierno a una federación de fútbol. No solo los clubes serían expulsados de las competiciones europeas, sino que ningún equipo que representara la selección española podría jugar. En caso de que la denuncia prosperara, la RFEF quedaría suspendida. Se interpreta como una estrategia de Camps para presionar al gobierno español y salvar así a Rubiales.
Pedro Rocha, presidente interino de la RFEF, en el centro de todas las miradas
El gesto de Pedro Rocha respecto a esta denuncia será determinante para saber de qué pie calza. Esta tarde ha convocado una comisión de federaciones territoriales y el gobierno español estará muy atento para ver cuál es el rumbo que emprende la RFEF a partir de ahora. En caso de que mantenga la línea que había hasta ahora, crecerá la sospecha de que Luis Rubiales está detrás de la figura de Rocha para gobernar desde la sombra. En cambio, si hay gestos para condenar los hechos de los últimos días y mostrar apoyo a Jenni Hermoso, cosa que la RFEF todavía no ha hecho en ningún momento, el gobierno español respirará más aliviado. Retirar esta denuncia a la UEFA podría ser un movimiento para marcar distancias con la era Rubiales. También habrá que ver cuál es el papel de Andreu Camps y otras figuras próximas a Rubiales, como Joan Soteras, presidente de la Federación Catalana de Fútbol, que todavía se mantienen en el cargo.