Tendría que haber sido el momento de ellas, de las campeonas, de las futbolistas que han conquistado su primero Mundial cuando no habían superado nunca antes ninguna eliminatoria en ningún torneo internacional. Solo se tendría que estar hablando de estrellas como Aitana Bonmatí, mejor jugadora de la Copa del Mundo de Australia y Nueva Zelanda, Cata Coll, Jenni Hermoso u Olga Carmona. En vez de esto, el nombre que más se repite no es el de ninguna mujer, ni futbolista, ni técnica, sino el de un hombre: Luis Rubiales. Probablemente, los medios de comunicación somos los principales responsables de desviar el foco de atención, pero la situación obliga a hacerlo.
Rubiales, recibido con todos los honores por Pedro Sánchez y el gobierno español
Y es que Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), mientras millones de personas piden su dimisión por el beso forzado a Jenni Hermoso después de haber ganado el Mundial, ha sido recibido con todos los honores por parte del gobierno español. En la recepción oficial, encabezada por Pedro Sánchez, el presidente del Estado ha saludado a todas las campeonas, los miembros del cuerpo técnico y también a Rubiales. Si bien es cierto que en el momento de dirigirse directamente al presidente de la RFEF, Sánchez lo ha hecho con frialdad, la imagen de una persona que ya ha sido denunciada al Consejo Superior de Deportes por «actos sexistas» siendo recibida por el gobierno español es, como mínimo, polémica.

Las jugadoras, protagonistas, por fin, en la celebración por las calles de Madrid
Durante la pasada noche, las jugadoras de