La FIFA ha inhabilitado al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales durante tres años a causa de su beso a Jenni Hermoso y su comportamiento durante la final del Mundial femenino. La Federación Internacional de Fútbol ha emitido un comunicado donde explica que Rubiales incumplió «el artículo número trece del Código Disciplinario de la FIFA» y que, por lo tanto, no podrá llevar a cabo ninguna actividad relacionada con el fútbol durante tres años. Además, la FIFA también reitera su voluntad de «respetar la integridad de todas las personas».
La FIFA, clave en el adiós de Rubiales de la RFEF
Hay que recordar que la FIFA ya suspendió a Luis Rubiales de sus funciones de forma preventiva después del escándalo en la final del Mundial femenino. En aquella ocasión, la inhabilitación fue momentánea de noventa días, mientras se estudiaba el caso. Aun así, ya fue suficiente para que el entonces presidente de la RFEF dimitiera de su cargo. Ahora, finalmente, la FIFA ha acabado su deliberación y ha suspendido a Rubiales definitivamente durante tres años. Se trata de una sanción ejemplar que supone una clara apuesta de la Federación Internacional de Fútbol por la defensa de los derechos de las mujeres.

El caso Rubiales estalló cuando el expresidente de la RFEF acudió al palco de la final del Mundial femenino. Allí, una vez la selección española ganó, se tocó los genitales delante de todo el mundo y junto a representantes de la Casa Real. Posteriormente, durante la entrega de medallas, tuvo un comportamiento muy cuestionable con todas las jugadoras, con varios abrazos y otros contactos físicos fuera de lugar. Sin ningún tipo de duda, sin embargo, el hecho más destacado fue su beso a Jenni Hermoso, que ella asegura que no fue consentido y que fue forzado, mientras que él defiende el contrario. Posteriormente, Rubiales no pidió nunca disculpas de forma suficientemente contundente y lo remató con una rueda de prensa llena de argumentos antifeministas.