Cuando todo el mundo se esperaba que Luis Rubiales comunicara su dimisión como presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha dejado a todo el mundo impactado con un discurso antifeminista y reaccionario dónde ha anunciado que no se piensa mover de su cargo. Su dimisión era la forma más rápida de acabar con su figura al frente de la RFEF después de su beso forzado a Jenni Hermoso, que él asegura que fue consentido, y de su comportamiento machista durante la final del Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Sin embargo, hay otras formas para acabar con su presidencia y ya se han activado.
El gobierno español, a través del Consejo Superior de Deportes, quiere acabar con Rubiales
Según ha informado Víctor Francos, presidente del Consejo Superior de Deportes del gobierno español en la Cadena SER, se tomarán medidas contra Rubiales de forma inminente: «Tomaremos las medidas oportunas que estén en nuestras manos. Analizaremos las denuncias y ya puedo anunciar que elevaremos al Tribunal Administrativo del Deporte una denuncia por una falta muy grave». Rubiales ha recibido varias denuncias en el Consejo Superior de Deportes y, de este modo, el gobierno español tiene la posibilidad de inhabilitarlo a través del Tribunal Administrativo del Deporte. Además, también ha emitido un comunicado donde se dice que «su intervención en la asamblea es incompatible con la representación que ostenta del deporte español».

De este modo, Rubiales conseguirá lo que él quiere, que es no dimitir y tener que dejar la presidencia de la RFEF a la fuerza. De todas formas, el gobierno español también obtendrá su objetivo, que es dejar de tener a este personaje al frente de la Federación. Hay que recordar que, además, la FIFA también ha abierto un expediente disciplinario contra Rubiales y que la Fiscalía ha llevado una denuncia contra él a la Audiencia Nacional.