Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha salido al paso de todas las críticas que está recibiendo por haber cogido la cabeza de la futbolista Jenni Hermoso y haberle dado un beso en los labios durante la celebración del Mundial conseguido por la selección española femenina. Respondiendo a las exigencias de Miquel Iceta, ministro de Cultura y Deportes del gobierno español, Rubiales ha rectificado y, si bien en un primer momento dijo que el caso era una «idiotez», ahora ha pedido perdón. Aun así, lo ha hecho de una manera poco convincente, «seguramente me he equivocado», y con más excusas que autocrítica: «Desde dentro lo vivimos como una cosa muy natural y normal».
Las disculpas de Rubiales por su beso a Jenni Hermoso
Estas han sido las declaraciones íntegras de Rubiales en un video oficial de la RFEF: «Hay un hecho que tengo que lamentar y es todo lo que ha pasado entre una jugadora, con quien mantengo una gran relación, y yo. Seguramente me he equivocado, lo tengo que reconocer. En un momento de máxima efusividad, sin ninguna mala intención, ni mala fe, pasó lo que pasó. Creo que fue de manera muy espontánea, sin mala fe por ninguna de las dos partes. Nosotros no entendimos las críticas, porque lo veíamos como una cosa muy natural y normal, pero fuera se ha generado un revuelo y si hay gente que se ha sentido ofendida, me tengo que disculpar. Hay que aprender de esto y si soy una persona tan importante como el presidente de la RFEF, tengo que ir con más cuidado, sobre todo en actos institucionales».

Por otro lado, Rubiales también ha querido hablar de su primera reacción al beso y lo ha vuelto a hacer con excusas: «En este contexto, yo dije que esto era una idiotez. Lo hice, porque desde aquí dentro nos había parecido muy natural, pero fuera no. También me quiero disculpar, porque entiendo que si desde fuera se ha visto de otra forma, seguramente tendrán sus motivos». Finalmente, ha pedido que se deje de hablar del tema y se ponga el foco en el éxito deportivo: «Lo que sí que me sabe mal es que en uno de los momentos de máximo éxito de nuestro fútbol, esto haya empañado las celebraciones».





