Con el clásico en la final de Copa entre el Futbol Club Barcelona y el Real Madrid en el horizonte, las obras en el Estadio de La Cartuja de Sevilla mantienen en suspenso la organización de este evento. A unos 20 días para el partido, previsto para el sábado 26 de abril a las 22 h, el recinto sigue siendo un auténtico campo de trabajo. La organización confía en que todo estará listo, pero la presión es máxima: la imagen del fútbol estatal estará en juego ante millones de espectadores, ya que no es lo mismo que los equipos de la final de Copa sean el Barça y el Madrid que no otros.
Se deben acelerar las obras de La Cartuja para llegar a la final de Copa
Después de ocho meses de obras y una inversión de 12 millones de euros por parte de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), los trabajos se encuentran en su fase final, pero el ritmo ha tenido que acelerarse con jornadas maratonianas de 7h de la mañana a 20h de la tarde. Aunque el grueso de las reformas debería estar acabado a tiempo, fuentes cercanas a la obra admiten que hay elementos “menos visibles” que podrían no estar listos el día de la final, como detalles audiovisuales o zonas de protocolo, según informan varios medios de comunicación.

Una de las principales modificaciones ha sido la eliminación de la pista de atletismo y la rebaja de cinco metros del nivel del terreno de juego para adaptarse a los requisitos UEFA. Esto ha obligado a retirar también el césped, los banquillos y las porterías. Actualmente, grúas gigantes y excavadoras dominan el escenario, trabajando a todo ritmo para tenerlo listo para el duelo entre blaugranas y blancos. Con la nueva capacidad de 70.000 espectadores, La Cartuja pasará a ser el tercer estadio más grande del Estado español, solo por detrás del Spotify Camp Nou, también en obras, y del Santiago Bernabéu, que acaba de remodelarse. La cuenta atrás ya ha comenzado y cualquier retraso podría complicar una final que ya se presenta como uno de los eventos deportivos del año.


