Poco más de veinticuatro horas ha durado la investigación de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) al árbitro José Luis Munuera Montero. La presión del Real Madrid sobre el colegiado que expulsó a Jude Bellingham por haberle insultado provocó que la RFEF abriera una investigación por un supuesto conflicto de intereses que se sostenía en unos argumentos muy débiles. Finalmente, un día y medio después de haberse iniciado este caso, el Comité de Cumplimiento de la RFEF ha concluido que Munuera Montero no incurre en ningún conflicto de intereses por tener una empresa que da charlas motivacionales y estar asociado con personas que tienen compañías que prestan servicios a clubes, federaciones y competiciones, sin tener ningún vínculo directo.
Por lo tanto, José Luis Munuera Montero ha dejado de estar apartado y volverá a arbitrar muy pronto. Tanto la UEFA como la RFEF han tenido que suspender los arbitrajes que este colegiado debía dirigir en la Europa League y en la Liga esta semana. Una vez que el Comité de Cumplimiento ha encontrado que no había ningún argumento sólido para abrir un expediente disciplinario a Munuera Montero, el caso ha quedado cerrado y el colegiado podrá volver a hacer su trabajo en los próximos días. La RFEF ha destacado también la colaboración del árbitro, que ha entregado toda la documentación requerida sin poner ningún problema.
Munuera Montero, perseguido por el madridismo
Cabe recordar que, desde que el fin de semana pasado Munuera Montero expulsó a Bellingham, se ha visto sometido a una campaña de acoso brutal, perpetrada por el Madrid y por el madridismo. El colegiado andaluz ha denunciado que tanto él como miembros de su familia han sufrido graves insultos y amenazas durante los últimos días. Esta resolución de la RFEF, al menos, esclarece la sombra de duda que el Madrid había querido poner sobre él.
