Lejos han quedado aquellos tiempos de guerra abierta entre LaLiga, presidida por Javier Tebas, y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), presidida por Luis Rubiales. Después de que este último cayera por su beso no consentido a Jenni Hermoso en la final del Mundial, Tebas perdió un oponente fuerte en la Federación y, poco a poco, fue entrando hasta el punto de convertirse en vicepresidente de la institución. Su relación con Rafael Louzán, actual presidente de la RFEF, es tan buena que dice que sí y pone buena cara a todas las propuestas e iniciativas de Tebas desde LaLiga. Esto se ha puesto más de manifiesto que nunca con el caso del Vila-real-Barça que debía jugarse en Miami, en los Estados Unidos.
Louzán cierra filas con Tebas con el plan Miami
Si bien en el pasado cada vez que LaLiga había intentado organizar un partido en los Estados Unidos, Rubiales había intervenido para intentar impedirlo con todas sus fuerzas, en esta ocasión Louzán le ha puesto todas las facilidades del mundo a Tebas para trasladar el Vila-real-Barça a Miami. Tanto es así, que ahora que el partido ha quedado cancelado, en un acto organizado por la misma RFEF, Louzán ha cerrado filas con Tebas y ha lamentado profundamente que el duelo no haya podido disputarse en los Estados Unidos: «La promoción de LaLiga fuera de España es muy importante y esto genera recursos. Esta era una gran idea para promocionarnos en un gran país como son los Estados Unidos».
De hecho, Louzán ha utilizado la Supercopa, que ahora se juega en Arabia Saudita, para defender este partido en Miami. Es decir, el actual presidente de la RFEF ha aprovechado una iniciativa de Rubiales para beneficiar a Tebas, algo que no debe haberle hecho ninguna gracia al ex máximo dirigente de la Federación: «Con el traslado de la Supercopa a Arabia Saudita se ha pasado de recaudar un millón de euros a 51 millones de euros. Con el partido en Miami, había que plantearse si valía la pena o no. Yo creo que habría sido beneficioso para todos los equipos de LaLiga».
