Rafael Louzán, quien es presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) desde hace unas semanas, ha quedado absuelto del delito de prevaricación por el cual había sido condenado por la Audiencia Provincial de Pontevedra a siete años de inhabilitación para ocupar un cargo público. El Tribunal Supremo ha estimado el recurso que había presentado Louzán y, por lo tanto, podrá cumplir su mandato como presidente de la RFEF sin problemas. En caso de que la resolución hubiera sido contraria, Louzán habría quedado inhabilitado como máximo dirigente de la Federación y se habría tenido que elegir a otro. Así pues, tras el cese de Luis Rubiales por el caso del beso no consentido a Jenni Hermoso y la inhabilitación de Pedro Rocha por haberse extralimitado en sus funciones como presidente interino, la RFEF tiene por fin un presidente de manera definitiva.
Rafael Louzán podrá ejercer su mandato como presidente de la RFEF con normalidad
Los hechos por los cuales había sido condenado databan del año 2013, cuando era presidente de la Diputación de Pontevedra y adjudicó una polémica subvención de 86.311 euros para unas obras de mejora en el campo de fútbol El Buelo, de la localidad gallega de Moaña. El Tribunal Supremo considera que «los hechos probados no son constitutivos de delito de prevaricación».

Es importante tener en cuenta que Louzán, después de haber sido presidente de la Diputación de Pontevedra, pasó a ser presidente de la Federación Gallega de Fútbol. Esto fue de 2014 a 2024, hasta que asumió el cargo de presidente de la RFEF. Entre medio, en 2022, la Audiencia Provincial de Pontevedra lo había condenado a estos siete años de inhabilitación, los cuales, sin embargo, estaban pendientes de una sentencia firme, la cual, finalmente, ha sido anulada por el Tribunal Supremo. Durante todo este tiempo, Louzán se ha mostrado convencido de su inocencia y por eso ha ejercido sus cargos con normalidad, confiando en esta absolución que finalmente ha llegado.