El Fútbol Club Barcelona ha vuelto a saborear la victoria en casa contra el Mallorca después de una genialidad de Lamine Yamal. Aun así, Xavi Hernández, el entrenador azulgrana, ha tenido que ver el partido desde uno de los palcos del Estadi Olímpic Lluís Companys por la sanción de acumulación de tarjetas. El técnico egarense vio la quinta amarilla de la temporada contra el Athletic Club en San Mamés y ha tenido que cumplir el ciclo este viernes contra el conjunto mallorquín. No es la primera vez que no ha podido sentarse en el banquillo en este curso: en el primer partido de Liga contra el Getafe, Xavi fue expulsado por protestar y fue sancionado con dos partidos (Cádiz y Villarreal).
21 tarjetas amarillas como entrenador
Desde que el entrenador de Terrassa estáen el banquillo del Barça, ya ha visto 21 tarjetas amarillas por protestar. En su primer año fue amonestado en cinco partidos, en el segundo en ocho ocasiones y en la presente temporada ya lleva cinco, además de una expulsión. El dato surrealista llega cuando se compara con las amarillas que vio Xavi cuando era jugador: a pesar de que fue amonestado 58 veces durante su carrera, 21 fueron por protestar. Así, con solo tres años como entrenador azulgrana, ya ha visto las mismas tarjetas que cuando estaba en el terreno de juego por el mismo motivo.
Preguntado varias veces en rueda de prensa por la gran cantidad de amonestaciones que recibe, Xavi siempre lo ha justificado a partir de su personalidad: «Intento no recibir la amarilla, pero es mi manera de vivir el fútbol. Soy pasional, soy intenso. Intento transmitir mi pasión e intensidad a los jugadores y a veces me equivoco, soy humano. En el banquillo siempre hablo, protesto y me enfado. Así me ha ido bien y es difícil cambiar«. Unas calidades de las cuales presume el técnico egarense, pero que ya le han costado unos cuantos partidos de sanción desde su llegada al banquillo azulgrana.
