El Fútbol Club Barcelona ha encarrilado la clasificación para los cuartos de final de la UEFA Champions League después de derrotar al Benfica en la ida de los octavos de final en el Estadio Da Luz (0-1). El conjunto blaugrana ha jugado casi todo el duelo con un jugador menos tras la expulsión de Pau Cubarsí en el tramo inicial del partido. Sin embargo, una actuación estelar de Wojciech Szczesny bajo palos y un gol de Raphinha en la segunda mitad han dado el triunfo al conjunto culé, que debe certificar el acceso a la próxima ronda de la Champions la semana que viene en el Estadio Olímpico Lluís Companys de Montjuïc.
La crónica del Benfica-Barça (0-1)
Si el partido de la fase de liga entre los dos equipos fue loco, este de los octavos de final no se quedó corto. Solo habían pasado veinte segundos cuando ya hubo la primera jugada destacada. Vangelis Pavlidis, que ya le marcó un hat-trick al Barça, tuvo un remate clarísimo que atajó Szczesny con una intervención excepcional. Justo después, Dani Olmo respondió con un tiro desde la frontal del área que estuvo a punto de encontrar portería.
El Benfica tenía ganas de revolucionar el partido y el Barça intentó calmarlo a partir del dominio de la posesión. Tras una jugada bien trenzada, llegó la más clara de la primera mitad. Raphinha centró un balón muy peligroso al interior del área y hubo hasta tres remates consecutivos de jugadores del Barça. Primero Olmo, luego Robert Lewandowski y finalmente Lamine Yamal. Todos ellos dispararon a bocajarro, pero Anatoliy Trubin, portero del Benfica, lo atajó absolutamente todo.
Parecía que el Barça estaba llevando el partido a donde quería, pero el Benfica buscaba espacios para desbaratar la trampa del fuera de juego blaugrana. En una de estas, Pavlidis encaró la portería y Cubarsí le hizo una entrada para impedir el mano a mano con Szczesny. Desafortunadamente, el central catalán calculó mal, no tocó el balón y fue expulsado con una tarjeta roja bien mostrada. El Barça se quedó con un jugador menos y Ronald Araujo entró en lugar de Olmo para reforzar la defensa.
A pesar de tener un jugador menos, el Barça no se achicó. Al contrario, el conjunto blaugrana intentó mantener la posesión del balón y buscar acciones de ataque. Mientras tanto, el Benfica también tenía sus espacios y Szczesny tuvo que seguir interviniendo con buenas paradas para mantener la portería a cero. Justo antes del descanso, Raphinha tuvo una ocasión clarísima. Se plantó solo delante de Trubin y, incomprensiblemente, en vez de disparar, buscó un pase que interceptó la defensa portuguesa. De esta manera, se llegó a la media parte. Eso sí, también hubo tiempo para la polémica, porque poco antes del descanso, Iñigo Martínez recibió una entrada criminal casi en la rodilla que el árbitro solo castigó con la tarjeta amarilla ante la incredulidad de los jugadores culés.
En la reanudación, el Benfica puso una marcha más, aprovechando que tenía ventaja numérica, y el Barça tuvo que saber sufrir atrás. De hecho, los portugueses fueron capaces de encerrar a los blaugranas en su área durante un buen tramo de la segunda mitad. Y, otra vez, Szczesny volvió a ser el salvador. Estuvo muy seguro en todos los centros y en los remates flojos, que bloqueó sin dudar, pero destacó especialmente por una doble parada, donde tuvo que rechazar un balón con el pie casi en la línea de gol.
En ataque, el Barça se estaba precipitando. En vez de alargar las posesiones, los blaugranas buscaban romper líneas con pases verticales todo el tiempo, lo que más bien propiciaba contraataques del Benfica. No obstante, la suerte sonrió a los culés cuando António Silva se equivocó en un pase atrás en defensa, Raphinha apareció para recuperar el balón en una posición muy peligrosa y, desde la frontal del área, su disparo impactó contra un jugador rival, se envenenó y entró en el fondo de la portería. Con un jugador menos, resistiendo al asedio lisboeta, el Barça se puso por delante en el marcador.
El gol del Barça, sin embargo, tampoco cambió la dinámica del partido. El Benfica continuó asediando la portería blaugrana y los jugadores culés tuvieron que seguir completamente concentrados para rechazar todos los ataques de los portugueses. Sin duda alguna, Szczesny fue el futbolista más importante, con paradas constantes que frustraron el gol del Benfica una y otra vez. Cabe destacar también el partidazo en defensa de Jules Kounde y la aportación de Pedri González, que fue de los pocos que pudo mantener alguna posesión. Al final, triunfo culé y clasificación para los cuartos de final de la Champions encarrilada.
