Los partidos entre el Futbol Club Barcelona y el Atlético de Madrid de esta temporada son sinónimo de locura. Pero si hasta ahora la víctima siempre habían sido los culés, las cosas han cambiado en el enfrentamiento de Liga en el Estadio Metropolitano. Los colchoneros fueron superiores durante los primeros 70 minutos, imponiendo el estilo del Cholo Simeone a la perfección. El Barça fue incapaz de hacer daño a los rojiblancos, mientras ellos aprovecharon dos contraataques para ponerse 2-0. En una reacción de campeón, los blaugranas levantaron lo que parecía imposible. Con más corazón que cabeza y fútbol, los culés empezaron a colar goles al Atlético por todos lados hasta la victoria final (2-4). Venganza perfecta del Barça que recupera el liderato de la Liga y deja atrás a los colchoneros.
La crónica del Atlético de Madrid-Barça de Liga (2-4)
Hansi Flick apostó por el once de gala, con una única novedad respecto a los últimos partidos: Marc Casadó fue titular por delante de Frenkie de Jong, porque el neerlandés sufrió problemas intestinales antes del inicio del duelo. Aunque el Atlético intentó sorprender al Barça en los primeros minutos, la primera ocasión fue para los culés. Dani Olmo filtró un pase fantástico para Lamine Yamal, pero el delantero catalán desaprovechó una posición de tiro muy buena y su lanzamiento se fue rozando el palo.
Esta ocasión del Barça llegó en los primeros minutos, pero a partir de ahí, poca cosa o casi nada de los culés durante toda la primera mitad. El Atlético se defendió a la perfección y los blaugranas fueron incapaces de encontrar espacios. Los colchoneros esperaron tener una jugada aislada o una oportunidad al contragolpe para hacer daño y, al final del primer tiempo, lo consiguieron. Después de que Robert Lewandowski perdonara el gol, enviando un remate muy claro al travesaño en lo que fue apenas la segunda ocasión del Barça, la araña picó. El Atlético lanzó un contraataque a la perfección y Julián Álvarez lo culminó tras aprovechar el pase de la muerte de Giuliano Simeone.

En la reanudación, el Barça intentó imprimir un ritmo mucho más alto al juego y las cosas parecían que cambiaban. En la primera mitad, los blaugranas fueron casi incapaces de encontrar espacios. En la segunda, lo buscaron con mucha más insistencia y empezaron a llegar ocasiones. En los primeros minutos, Lamine envió un tiro cerca del palo y Lewandowski tuvo una buena ocasión que Clément Lenglet cortó en el último momento. Para hacer esto, sin embargo, el Barça tuvo que arriesgar más y el Atlético tuvo buenas salidas al contraataque. Julián también tuvo una clara, pero Jules Kounde fue providencial para evitar el empate. En el córner posterior, el mismo delantero argentino estuvo a punto de marcar un gol olímpico. La pelota terminó en el travesaño.
Con el paso de los minutos, el Barça comenzó a desesperarse. El Atlético se mantuvo muy tranquilo con una línea defensiva muy bien trabajada mientras los blaugranas veían cómo su insistencia en buscar huecos no tenía recompensa. Por si esto no fuera suficiente, el Barça terminó de enloquecer cuando vio cómo subía al marcador un gol de Sorloth al contraataque tras aprovechar el pase de Conor Gallagher, que fue todo un regalo. Hubo unas manos previas, pero el VAR lo analizó y el árbitro consideró que no debía anular el gol.
Los blaugranas podrían haberse rendido ante esta frustración. En lugar de eso, utilizaron este sentimiento para rebelarse y buscar el gol con más insistencia. Así, en la acción inmediatamente posterior al gol de Sorloth, Lewandowski aprovechó un balón que recibió en el interior del área para girarse y recortar distancias con un gol de delantero centro. El Barça comenzó a creer en sí mismo gracias a este gol y se lanzó al ataque con todo. Solo pasaron cinco minutos cuando Raphinha sirvió un gran centro al interior del área y Ferran Torres, que también había entrado hacía poco, remató al fondo de la red.
Parecía que el resultado final sería un empate y eso ya suponía una gran hazaña para el Barça que había remontado dos goles en contra en un estadio donde nadie había ganado hasta ahora en esta Liga. No obstante, los blaugranas querían más y, a partir de intentarlo, intentarlo y volver a intentarlo, lo consiguieron. Lamine Yamal, en el tiempo añadido, intentó su tiro característico desde la frontal del área. La pelota no tomó la dirección que él quería, pero un rebote afortunado hizo que la pelota se envenenara y terminara entrando al fondo de la portería. Los jugadores del Barça celebraron el gol como si fuera un título y, para rematar, Ferran Torres sentenció en la última jugada del partido. Los culés vuelven a ser líderes, empatados a puntos con el Madrid y con cuatro más que el Atlético, pero con un partido menos que ambos rivales.