El Fútbol Club Barcelona continúa sumando de tres en tres en la Liga. Este sábado, el Barça ha derrotado a un Osasuna extremadamente defensivo -por no decir antifutbolístico- en un partido donde los blaugranas han tenido que trabajar durante muchos minutos para derribar la muralla de los navarros. Finalmente, Raphinha ha sido el encargado de abrir la lata y, poco después, ha sentenciado el enfrentamiento (2-0). Con esta victoria, los de Hansi Flick se escapan a siete puntos del Real Madrid al frente de la Liga. Los merengues aún tienen que jugar este domingo en el campo del Alavés. En caso de perder o empatar, se complicarían la vida y el cargo de Xabi Alonso correría mucho peligro.
La crónica del Barça-Osasuna (2-0)
Flick ha cumplido lo que había avisado en rueda de prensa y ha repetido una alineación con la columna vertebral de los últimos partidos. Así, Eric Garcia ha vuelto a pasar por delante de Frenkie de Jong en el centro del campo y Gerard Martín ha jugado como central. Además, Ferran Torres ha sido el delantero centro y Marcus Rashford ha sido titular, desplazando así a Raphinha al centro del campo. La intención de Flick era intentar abrir el campo al máximo, consciente de que Osasuna haría un planteamiento muy defensivo. A la hora de la verdad, el sistema de los navarros ha sido aún más antifutbolístico de lo que se podía pensar, plantando el autobús en defensa desde el primer minuto y perdiendo tiempo desde la primera jugada.
El Barça no ha hecho una mala primera parte, pero le ha costado muchísimo generar ocasiones de gol. Por eso, los blaugranas lo han intentado de todas las maneras posibles: con tiros lejanos -Pedri y Eric estuvieron a punto de marcar así-, con centros lejanos -Ferran Torres llegó a marcar, pero el gol fue anulado por un fuera de juego milimétrico previo-, con pases desde la línea de fondo -Sergio Herrera estuvo muy atento para bloquear uno muy peligroso- y con roscas de Lamine Yamal -el portero de Osasuna sacó dos claras-. Así, el Barça se encontró con un planteamiento muy similar al del Eintracht de Frankfurt del pasado martes, con un rival que casi ni buscó los contraataques, aunque la defensa culé y Joan Garcia también estuvieron muy bien cuando fue necesario.

Pocas cosas pudo haber dicho Flick en el descanso. El Barça estaba haciendo más o menos lo que debía ante un rival tan cerrado y todo era solo cuestión de que el balón entrara. Por tanto, los blaugranas salieron del vestuario de manera muy similar, tal vez más incisivos. Encontrar espacios en la defensa navarra continuó siendo un infierno. Rashford desaprovechó la más clara, con un pase de la muerte de Jules Kounde que remató contra un jugador rival. Aun así, el delantero inglés fue muy importante poniendo centros desde la frontal del área, al igual que Lamine Yamal.
El Barça lo intentó sin parar y, cuando los nervios comenzaban a instalarse en el Camp Nou, llegó, por fin, el gol tan merecido. Curiosamente, fue en un contraataque, casi el único que tuvieron los blaugranas durante todo el duelo. Esta fue la única manera de encontrar la defensa de Osasuna desordenada. Pedri lo hizo de maravilla, buscó a Raphinha con un buen pase y el brasileño, desde la frontal del área, fusiló a Sergio Herrera con un tiro ajustado al poste, imposible de detener. Una vez cayó la resistencia navarra, ya estaba todo hecho. Pocos minutos después, Raphinha cazó un rechace en el interior del área para hacer su segundo gol y, con este tanto, sentenció el enfrentamiento.




