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El Barça aplasta al Nápoles y hace las paces con la Champions (3-1)

Cuatro años de un desierto que parecía interminable. Cuatro años sin estar entre los mejores ocho equipos de Europa, un lugar que el Fútbol Club Barcelona estaba acostumbradísimo a ocupar. Esta vez, sí. Esta vez, los culés pueden estar contentos porque han tenido una alegría mayúscula. El Barça ha vuelto a los cuartos de final de la UEFA Champions League después de derrotar al Nápoles en el Estadio Olímpico Lluís Companys con una victoria muy solvente (3-1). Y, para acabarlo de redondear, los mejores han sido dos chicos de dieciséis y diecisiete años de la Masia: Lamine Yamal y Pau Cubarsí. Hoy sí, el futuro del Barça parece esperanzador.

La crónica del Barça-Nápoles (3-1)

Xavi Hernández ha presentado una alineación valiente y no ha traicionado sus principios y los principios del club. Ante la gran cantidad de bajas en el primer equipo y el gran estado de forma de los jugadores jóvenes, el técnico egarense ha apostado por la casa y ha dado la titularidad a muchos chicos del filial y las categorías inferiores: Lamine Yamal, Pau Cubarsí y Fermín López. Una apuesta como esta, en un club como el Barça, acostumbra a salir bien. Fermín ha sido el protagonista de los primeros minutos. Ha avisado primero con un chut desviado después de una acción individual. Un gran pase de Cubarsí le ha dejado solo ante Meret, portero rival, y ha vuelto a fallar. En la tercera, ya no ha perdonado. Buen centro de Raphinha desde la banda, Robert Lewandowski la deja pasar y Fermín remata a placer. De este modo, el Barça se ha avanzado.

Los azulgranas han salido muy concentrados, con una presión asfixiante y excelente. El Nápoles no ha visto pasar la pelota y tampoco ha visto pasar a Lamine, que ha hecho lo que ha querido por el lado derecho. En una de estas acciones, ha salido desde campo propio, le ha regalado una asistencia fantástica a Raphinha y el brasileño ha enviado su remate al palo. Muy atento, Joao Cancelo ha llegado por detrás, se ha avanzado a toda la defensa del Nápoles y ha cazado el rebote para marcar el segundo. Era el minuto diecisiete y el Barça ya ganaba por dos goles a cero. Montjuic ha estallado en euforia y parecía que ya estaba todo hecho.

En el Barça de los últimos tiempos, sin embargo, las cosas no son nunca tan sencillas. En la primera acción que los culés se han relajado en defensa, el Nápoles ha llegado y, con muchísima facilidad, un centro lateral ha acabado con un remate del central Amir Rrahmani, que ha recortado distancias. Con media hora de partido ya había pasado de todo. El Nápoles, de hecho, ha crecido mucho a partir del gol y ha empezado a llegar. Las buenas acciones defensivas de Jules Koundé y Cubarsí y una gran parada de Marc-André ter Stegen han evitado el empate de los italianos. Los nervios se han instalado entre los azulgranas, que han tenido que recuperar el balón para calmar el juego. Una vez el Barça ha podido situarse en campo rival, el equipo se ha rehecho y, si bien no ha tenido ninguna ocasión clara de gol, ha podido ir al descanso con el 2-1 sin tener que lamentar ningún otro susto.

Los jugadores del Barça celebran el gol de Cancelo | Europa Press
Los jugadores del Barça celebran el gol de Cancelo | Europa Press

En la reanudación, el Nápoles ha tomado la iniciativa para intentar sorprender con un gol rápido. Lo cierto es que los italianos han empezado a crear peligro enseguida y han conseguido encerrar el Barça en su área. Khvicha Kvaratskhelia lo ha probado enseguida con un disparo que ha salido rozando el palo y, en el minuto cincuenta, se ha helado la sangre de todos los culés. Victor Osimhen ha caído en el interior del área después de una entrada de Cubarsí y ha pedido penalti. El árbitro no lo ha señalado y el VAR, después de revisarlo, tampoco le ha hecho rectificar. El defensa catalán no toca el balón, pero los colegiados han considerado que la acción no merecía ser castigada con un penalti.

Después del susto, el Barça ha intentado rehacerse con una jugada bien trenzada que ha acabado con un disparo peligroso de Raphinha que ha parado Meret. Aun así, el Nápoles ha continuado dominando y creando peligro constante en el área del Barça. Xavi lo ha querido parar con dos cambios: Oriol Romeu y Sergi Roberto han entrado por Fermín, fundido, y Christensen, con tarjeta amarilla. Esta especie de tiempo muerto le ha ido muy bien al Barça, que ha podido recuperar el control de la pelota y ha parado la sangría del Nápoles. Raphinha ha obligado a Meret a lucirse para evitar un gol de falta y, en el córner posterior, el Barça ha visto como le anulaban el tercero por fuera de juego.

Cuando los azulgranas han podido volver a tener el balón y jugar en el campo rival, el partido se ha vuelto a parecer al del principio. La presión ha reaparecido y ha vuelto a dar sus frutos. Meret ha tenido muchísimo trabajo parando disparos de Gündogan y Raphinha y Lamine Yamal ha tenido una de clarísima con un remate que ha salido muy cerca del palo. A pesar de los buenos minutos del Barça, el Nápoles ha estado a punto de empatar con un cabezazo de Jesper Lindstrom que no ha entrado de milagro. Estaba solo ante la portería de Ter Stegen, pero la fortuna ha querido que el balón no acabara dentro. Estaba escrito. El Barça tenía que volver a los cuartos de la Champions después de cuatro años.

En la acción posterior a la ocasión del Nápoles, Gündogan ha encontrado a Sergi Roberto en un gran desmarque en el interior del área y el capitán culé le ha regalado el gol a Lewandowski. De este modo, el Barça ha sabido aprovechar los buenos minutos que estaba haciendo en la segunda parte para sentenciar el partido, la eliminatoria y la clasificación para los cuartos de final. El Nápoles todavía habría podido recortar distancias justo antes del partido con un remate que ha acabado en el larguero. Pero el Barça, esta noche, incluso ha tenido la suerte de cara. De este modo, con el 3-1, los azulgranas han ganado y han pasado de ronda.



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