El Fútbol Club Barcelona se ha quedado a las puertas de volver a la final de la UEFA Champions League después de diez temporadas sin hacerlo. El Barça, de hecho, ha estado a solo dos minutos de lograrlo. El Inter de Milán comenzó ganando la vuelta de las semifinales por 2-0. Los de Hansi Flick, sin embargo, han firmado una remontada épica marca de la casa para ponerse 2-3 en la recta final del duelo. En el tiempo añadido, sin embargo, los italianos empataron el partido y lo llevaron a la prórroga. En los treinta minutos extraordinarios, el Inter marcó el gol de la victoria y se clasificó para la final de la Champions (4-3). Fue el guion más cruel posible para un Barça que ya había hecho lo más difícil y que terminó muriendo en la orilla. Ronald Araujo quedó totalmente señalado en los dos goles finales del Inter, mientras que Gerard Martín se destapó e hizo un partidazo. Yann Sommer, portero del Inter, también fue clave para la victoria italiana.
La crónica del Inter de Milán-Barça (4-3)
Con los laterales titulares lesionados, Jules Kounde y Alejandro Balde, Flick se vio obligado a utilizar un once de circunstancias, con Gerard Martín y Eric Garcia reconvertidos a las dos bandas. Además, Ferran Torres salió de inicio por delante de Robert Lewandowski. Independientemente de los cambios en la alineación, el Barça salió muy nervioso al terreno de juego. El Inter de Milán le ganó la partida desde el principio y comenzó a rondar el área blaugrana con sensación de peligro constante. Fueron especialmente significativas las imprecisiones de Pedri González.
Después de veinte minutos de dominio italiano, un grave error de un pésimo Dani Olmo en la salida del balón terminó con un contraataque demasiado sencillo del Inter. Denzel Dumfries, que ya hizo mucho daño al Barça en el partido de ida, dio el pase de la muerte a Lautaro Martínez, quien adelantó a los locales. Tras marcar el primer gol, el Inter se cerró en defensa y buscó el segundo al contraataque. Esto lo aprovechó el conjunto blaugrana para pisar el área italiana por primera vez. Lamine Yamal tuvo una buena ocasión, pero intentó pasar el balón en lugar de rematar y Ferran Torres no llegó a tiempo.
Al borde del descanso, llegó el segundo golpe para el Barça, mucho más duro que el primero. Después de que los blaugranas reclamaran dos penales que ni el árbitro ni el VAR consideraron de potencial revisión, ocurrió lo contrario en el otro área. Pau Cubarsí derribó a Lautaro. Primero parecía que había tocado el balón y así lo interpretó Szymon Marciniak. No obstante, Pol van Boekel lo avisó desde la sala de videoarbitraje y corrigió su decisión. Hakan Calhanoglu transformó la pena máxima y el Inter se fue al descanso con dos goles de ventaja y la eliminatoria totalmente a favor. La sensación es que los árbitros acertaron en sus decisiones.
Todo parecía perdido en el descanso, pero si un equipo se ha ganado la confianza de la afición por haber creído siempre hasta el final, ese es el Barça de Flick. ¡Y qué manera de demostrarlo! Los culés se lanzaron a buscar el gol desde el primer segundo de la reanudación. No habían pasado ni diez minutos cuando Gerard Martín centró un balón a la frontal del área y, apareciendo como un rayo desde atrás, Eric Garcia remató de volea a la escuadra, marcando un auténtico golazo para recortar distancias. El Barça ya creía antes de este gol, pero una vez entró el primero, los de Flick crecieron aún más y encerraron al Inter en su área.
Pocos minutos después del primer gol, los mismos protagonistas estuvieron a punto de repetir la jugada. En un contraataque lanzado a la perfección, Gerard Martín le regaló un pase de la muerte a Eric Garcia. El de Martorell remató a quemarropa, pero Sommer intervino con una gran parada para salvar a los italianos. Al Barça, sin embargo, ya le daba igual. Estaba decidido a marcar y nada ni nadie lo podía impedir. Así, solo era cuestión de tiempo que cayera el segundo y, nuevamente gracias a un enorme Gerard Martín, el gol llegó. El lateral catalán sirvió un gran centro al interior del área y Dani Olmo, que estaba jugando muy mal hasta el momento, solo tuvo que poner la cabeza para empatar el duelo.
Y, como era de esperar, el Barça no se conformó con el empate y continuó poniendo cerco a la portería de Sommer. Lamine Yamal estuvo a punto de conseguir un penal, pero la falta fue justo en la frontal del área, según señaló el VAR. El mismo delantero catalán, que volvió a activar el modo diablo, tuvo en sus botas el tercer gol poco después con dos ocasiones: un disparo que Frenkie de Jong rechazó sin querer cuando iba directo a la escuadra y otro remate espectacular desde la frontal del área que Sommer sacó con una parada milagrosa.
El Inter se estaba resistiendo con sus últimas fuerzas y, finalmente, ya no pudo más. Raphinha recibió un balón en el interior del área en el minuto 87. Su primer disparo lo detuvo Sommer, pero, en el rebote, el delantero brasileño envió su remate al fondo de la portería. El Barça estaba a solo tres minutos y el añadido de la final de la Champions. El fútbol, sin embargo, es cruel. Los blaugranas aún pudieron haber hecho el cuarto con un disparo de Lamine Yamal que impactó contra el poste y, justo después, el Inter logró lo que parecía imposible. En una jugada embarullada, Dumfries logró centrar un balón al interior del área y Francesco Acerbi remató a quemarropa ante Ronald Araujo para volver a empatar el partido. Así, la eliminatoria fue a la prórroga de manera casi inhumana para el Barça.
En la prórroga, el Barça intentó mantener la calma y buscó el dominio de la posesión para seguir controlando el partido y encontrar así el cuarto gol. En lugar de eso, fue el Inter quien se llevó una diana muy dolorosa para los culés. Davide Frattesi recibió un balón en el extremo, dribló a Araujo con una facilidad incomprensible y terminó disparando al fondo de la red sin que Szczesny pudiera hacer nada para evitarlo. Así, el Inter remontó la remontada del Barça. El equipo blaugrana lo siguió intentando hasta el final, con más fe que otra cosa. En la segunda parte de la prórroga, Lamine Yamal tuvo el empate con un disparo que parecía imparable, pero, nuevamente, Sommer logró detenerlo con una intervención inexplicable. Honor y gloria para un Barça que se lo mereció todo y cayó con una crueldad salvaje.
