Aunque el Futbol Club Barcelona había ganado todos los partidos en los que Lamine Yamal había estado lesionado, esto no significa que los azulgranas no lo hayan echado de menos. Esto quedó demostrado este domingo en el regreso del Barça al Estadio Olímpico Lluís Companys -en principio, por poco tiempo-, donde los culés firmaron una nueva remontada, en esta ocasión contra la Real Sociedad. Los vascos se adelantaron en el marcador en la primera mitad. Jules Kounde empató poco antes del descanso y, ya en la segunda parte, Lamine volvió a jugar después de su lesión y en el primer balón que tocó dio una asistencia perfecta a Robert Lewandowski, que marcó el gol de la victoria del Barça y que pone a los culés líderes de la Liga (2-1).
La crónica del Barça-Real Sociedad (2-1)
Revolución en el once del Barça por parte de Flick. Con muchísimas bajas, ya se esperaba que el técnico alemán apostara por una alineación diferente de la habitual, pero no tanto. Hubo dos nombres muy destacados como titulares: Dro Fernández, centrocampista ofensivo de 17 años que debutaba en partido oficial, y Roony Bardghji en el extremo derecho. Además, Flick también hizo jugar a una pareja de centrales casi inédita últimamente, Ronald Araujo y Andreas Christensen, y Wojciech Szczesny fue el portero por la lesión de Joan Garcia. Más allá de eso, no hubo sorpresas.
Este once tan peculiar saltó con mucha hambre sobre el terreno de juego. La Real Sociedad planteó un partido muy defensivo y el Barça tuvo el dominio total y absoluto del duelo. Es cierto que a los azulgranas les costó encontrar el último remate, pero estuvieron muy activos buscando huecos en la defensa vasca. Robert Lewandowski estuvo a punto de hacer el primero con un remate muy cerrado que se inventó. No obstante, en la única acción ofensiva de la Real Sociedad, los txuri-urdin se adelantaron sorprendentemente en el marcador. En un contraataque, Ander Barrenetxea regaló un gol a Álvaro Odriozola con un pase de la muerte perfecto. El lateral no jugaba desde el pasado mes de enero.
Después del gol, la Real Sociedad se cerró aún más en defensa. Fue cuestión de tiempo que el Barça comenzara a encontrar espacios. La primera ocasión clara fue un remate en propia puerta de los vascos que Álex Remiro sacó con una parada espectacular. En el rechace, Igor Zubeldia fue providencial para evitar que Pedri González marcara. Justo después, Roony hizo un gran disparo desde fuera del área, pero Remiro volvió a lucirse para impedir el gol. En el córner posterior, el portero ya no pudo hacer nada. El remate de cabeza de Jules Koundé fue imparable y el Barça empató. Ya era casi el descanso y los azulgranas aún podrían haber marcado el segundo, pero, finalmente, el duelo se fue al descanso con el 1-1 en el marcador.
En el descanso, Flick hizo entrar a Dani Olmo en lugar de Dro. El joven centrocampista dejó buenas sensaciones, pero el técnico alemán prefirió un perfil más veterano para culminar la remontada. Aun así, el Barça salió espeso en la reanudación. A los azulgranas les estaba costando mucho encontrar espacios y, después de diez minutos, Flick se cansó y utilizó el arma secreta -o no tanto- que tenía en el banquillo: Lamine Yamal, que solo necesitó tocar un balón para cambiarlo todo. El delantero catalán desbordó por la banda derecha, sirvió un centro perfecto a la cabeza de Lewandowski y el delantero polaco solo tuvo que hacer un pequeño movimiento para poner al Barça por delante en el marcador.
Después del 2-1, el Barça atacó ya sin ninguna presión y el partido podría haberse convertido en un festival goleador si no fuera porque un nombre lo impidió: Remiro. El portero vasco hizo un auténtico recital bajo palos para detener los disparos de Lewandowski, Marcus Rashford y Olmo. Gracias a eso, la Real Sociedad se mantuvo viva en el partido y, de hecho, los txuri-urdin tuvieron alguna llegada peligrosa que puso los nervios al público de Montjuïc. Take Kubo estuvo a punto de marcar con un potente disparo que envió al travesaño.
Con el paso de los minutos, el Barça se iba acercando a la victoria, pero era incapaz de sentenciar. La ocasión más clara, con diferencia, llegó al minuto 85, con un contraataque perfectamente lanzado por Lamine Yamal, que sirvió para Ferran Torres, que acababa de entrar, y este regaló el gol a Lewandowski. Incomprensiblemente, sin embargo, el polaco chutó el balón al travesaño en uno de los remates más fáciles de su vida. Por tanto, al Barça aún le tocó sufrir en los últimos instantes del duelo y en el tiempo añadido. Los azulgranas, sin embargo, se defendieron bien con la posesión del balón y la Real Sociedad no tuvo ninguna ocasión clara de gol. Victoria culé y liderazgo de la Liga.
