El Fútbol Club Barcelona ha debutado en la Liga 2023-2024 con un empate en el Coliseum Alfonso Pérez, estadio del Getafe. El partido se ha resuelto sin goles y lo más destacado ha sido la actitud siempre antideportiva de los equipos entrenados por José Bordalás y la actuación arbitral al respecto. César Soto Grado, colegiado encargado de dirigir este duelo, no ha sido capaz de imponerse en el partido y hacer imperar la justicia, cosa que ha propiciado que el antifútbol de Bordalás dominara el enfrentamiento. Pocas tarjetas ante la agresividad de los jugadores del Getafe y un penalti no señalado en el tiempo de descuento final han sido los hechos más lamentados por la afición azulgrana.
Varias figuras del Barça se quejan del arbitraje recibido en Getafe
De hecho, la actuación arbitral ha sido tan polémica que varias figuras del Fútbol Club Barcelona han expresado su descontento. El primero ha sido el entrenador, Xavi Hernández, que ha asegurado que el arbitraje ha sido una «vergüenza». El técnico catalán ha sido expulsado en la segunda parte por protestar una falta sobre Ez Abde. Quien también ha visto la tarjeta roja ha sido Raphinha, antes del descanso, por caer en las provocaciones del Getafe y agredir a un rival. Xavi ha considerado que esta había sido una expulsión justa. Jaime Mata, del conjunto madrileño, también se ha marchado antes de tiempo a los vestuarios al ver dos tarjetas amarillas durante el duelo.

Enric Masip, uno de los asesores directos del presidente Joan Laporta, también ha estallado contra el arbitraje. El exjugador de balonmano, que de este modo ha hecho una declaración institucional, también ha tildado el arbitraje de «vergüenza» y ha asegurado que, si los colegiados continúan comportándose así ante este estilo de juego, «se cargarán el fútbol». Finalmente, quien también ha dicho la suya ha sido uno de los capitanes del Barça, Ronald Araujo. Él ha sido quién ha recibido el penalti al final del duelo que Soto Grado no ha señalado. El uruguayo también se ha quejado de las decisiones arbitrales y, sobre todo, de las constantes pérdidas de tiempo del Getafe y la falta de control del colegiado al respecto.