El Fútbol Club Barcelona obtuvo el paso a la final de la Supercopa de España después de ganar al Athletic Club en las semifinales disputadas en Arabia Saudita. En líneas generales, los de Hansi Flick fueron superiores a los vascos y ahora esperan rival para la disputa del título que saldrá del enfrentamiento entre el Real Madrid y el Mallorca de este jueves. La nota más negativa del duelo fue, de nuevo, Frenkie de Jong. El neerlandés entró en la segunda parte, sustituyendo a Gavi, y el rendimiento del centrocampista fue trágico: pérdidas de balón, pases que no llegan al destinatario, y una salvada por parte del VAR que lo vuelven a calificar como el gran señalado del Athletic-Barça.
Frenkie de Jong, el gran señalado del Athletic-Barça de Supercopa
En los últimos cinco minutos del partido, y cuando el Barça lo tenía todo controlado para acceder a la final de la Supercopa sin muchas preocupaciones, De Jong recibió el balón prácticamente en el centro del campo, y en lugar de enviarlo enseguida a un compañero o rechazarlo por la presión de los jugadores del Athletic, decidió mantenerlo, y al momento de hacer el pase, tocó en Álvaro Djaló y fue a parar a Iñaki Williams, que marcó el primer gol batiendo a Wojciech Szczesny. Aunque en primera instancia el gol subió al marcador, finalmente el VAR lo anuló por un fuera de juego del internacional guineano, considerando que como el último que tocó el balón en el momento del pase fue Djaló, y el mayor de los Williams se encontraba en posición antirreglamentaria en ese momento, la acción debía anularse.

Así pues, el sistema de videoarbitraje salvó a De Jong, pero no de las críticas que recibió posteriormente. No es la primera vez que una pérdida del neerlandés ha significado un gol en contra o una ocasión de peligro para el Barça, y el rendimiento del jugador esta temporada, después de la lesión, está siendo muy bajo. Muchos aficionados están hartos de la actitud que tiene el centrocampista cuando entra al terreno de juego y todos los errores que comete, comparándolo con Gavi, por quien precisamente entró, que siempre lo deja todo en el campo en cada acción que disputa.