El Futbol Club Barcelona llegará al primer clásico de la temporada contra el Real Madrid con las mejores sensaciones, después de convertir Montjuïc en una fiesta en el tramo final del tercer partido de la fase de liga de la UEFA Champions League contra el Olympiacos. El marcador después de los noventa minutos, una goleada abrumadora (6-1), es un poco engañoso, ya que el Barça tuvo algunos tramos erráticos. En la segunda parte, sin embargo, con la colaboración de algunas decisiones muy controvertidas del árbitro que cayeron a favor, el conjunto blaugrana encontró su mejor juego y hundió a los griegos. Fermín López fue sin duda el protagonista del partido, anotando su primer hat-trick con el primer equipo del Barça. Marcus Rashford también brilló con un doblete.
La crónica del Barça-Olympiacos (6-1)
Con la larga lista de bajas en la plantilla y el clásico a la vista, Flick hizo rotaciones y apostó por un once titular muy peculiar. Dejó a Frenkie de Jong en el banquillo y en medio del campo Marc Casadó y el jovencísimo Dro acompañaron a Pedri. En ataque, Fermín López hizo de falso extremo, Marcus Rashford de falso delantero centro y Lamine Yamal fue el único que jugó en su posición. A pesar de una pequeña desconexión inicial que obligó a Wojciech Szczesny a lucirse con una gran intervención, el Barça dejó claro enseguida que estaba totalmente decidido a recuperar la concentración y la intensidad habituales con Flick en el banquillo. La primera ocasión de gol partió de un toque de espuela de Dro, que habilitó a Alejandro Balde, para centrar un balón hacia Rashford que se marchó rozando el travesaño.
Poco tiempo después de eso, el Barça ya no perdonó. En un ataque vertiginoso, Lamine Yamal desaprovechó una ocasión muy clara de gol por entretenerse demasiado frente al portero. En el rechazo, sin embargo, Fermín no tuvo tantos miramientos y disparó con fuerza para enviar su remate al fondo de la portería. Con el gol, el Barça creció aún más. Cuando aún no habían pasado ni diez minutos de juego, Rashford lanzó una falta desde la frontal del área que no entró por poco. En defensa, además, Eric Garcia y Pau Cubarsí se mostraron muy solventes, reforzando así la idea de que esta será la pareja de centrales más habitual del Barça de Flick esta temporada -y la del futuro-.
El brillo de los primeros minutos del Barça, sin embargo, se fue apagando a medida que avanzaba la primera mitad. Los blaugranas comenzaron a errar muchos pases -con especial atención a Jules Kounde, que arrastra una racha muy larga de malas actuaciones- y perdieron el dominio del juego. Esto lo aprovechó el Olympiacos para acercarse a la portería del Barça, con jugadas ofensivas bien hiladas y rápidamente ejecutadas. Durante un tiempo, los culés tuvieron que sacar agua del barco como pudieron.
Este tramo de partido, sin embargo, fue solo un espejismo. El Barça se rehizo con una relativa facilidad y volvió a activarse en ataque hacia la recta final de la primera mitad. Rashford y Kounde protagonizaron los primeros avisos y, nuevamente Fermín, fue quien se dejó de tonterías y amplió distancias. El centrocampista andaluz recibió un gran pase al espacio de Dro y, sin ponerse nervioso, fusiló la portería griega. Acierto total de Flick al poner a Fermín de falso extremo. Aunque el Barça tuvo algún tramo complicado, se fue al descanso con el marcador y el juego bajo control.
En la reanudación, Lamine Yamal, casi desaparecido en la primera mitad, comenzó a hacer travesuras por la banda. En una de estas, sirvió un gran centro para Fermín y el portero griego, Konstantinos Tzolakis, le quitó el hat-trick con una parada descomunal. Parecía que sería una segunda parte plácida para el Barça, pero nada más lejos de la realidad. Poco tiempo después, en una jugada aislada, Ayoub El Kaabi envió un remate de cabeza al fondo de la red. El árbitro, sin embargo, anuló el gol por fuera de juego. Ahora bien, justo antes vio unas manos de Eric Garcia, así que señaló el penalti. Desde los once metros, el mismo El Kaabi no perdonó.
No obstante, una fría y una caliente para el Olympiacos. Después del gol, los griegos se quedaron con un jugador menos después de que Casadó forzara la segunda amarilla de Santiago Hezze al fingir un codazo en la cara. El árbitro se lo tragó y expulsó al argentino. Además, en una de las jugadas posteriores, el mismo colegiado también se creyó una piscina de Rashford en el interior del área, que revisó en el VAR, y dio penal para el Barça. Lamine Yamal marcó el tercero de los blaugranas desde los once metros y sentenció el partido. En Atenas, sin embargo, pueden estar muy enfadados, porque las decisiones del árbitro fueron polémicas, como mínimo.
Sea como sea, gracias a este gol, el partido ya se rompió definitivamente y comenzó el homenaje del Barça. Los culés aprovecharon la ocasión para hacer una buena fiesta y recuperar las mejores sensaciones antes del clásico. Rashford hizo el cuarto, tras aprovechar una gran acción de Roony Bardghji, que entró en la segunda parte, y que terminó con un mal tiro que se convirtió en una asistencia involuntaria. Justo después, Fermín puso rúbrica a su gran tarde con lo que, esta vez sí, fue su tercer gol y su primer hat-trick con la camiseta del Barça. Y, justo después, Rashford marcó un golazo, para anotar así un nuevo doblete en la Champions. Todo esto sucedió en solo cinco minutos.
