Món Esport
El Barça, obligado a superar adversidades más allá del rival y del marcador

Normalmente, nunca llueve a gusto de todos. Una máxima vital que también se extiende firmemente dentro del mundo del fútbol; especialmente cuando se trata de analizar actuaciones arbitrales. A menudo se acostumbra a hacerlo desde un prisma pasional y subjetivo, pero en otras ocasiones, como en el análisis del arbitraje de este sábado en el Ciutat de València, la objetividad y el sentido común suelen generalizarse y pesar más que cualquier otro factor. En esta línea, tanto los culés como aquellos aficionados al fútbol que aún conservan un nivel de análisis neutral y objetivo coinciden en afirmar que algunas decisiones arbitrales, importantes y trascendentes, del Llevant-Barça cayeron claramente, y en esta ocasión de forma injusta por no decir incorrecta, en contra del conjunto blaugrana.

El árbitro Alejandro Hernández Hernández, muy desacertado en el Llevant-Barça

Alejandro Hernández Hernández fue el encargado de arbitrar este sábado el partido correspondiente a la segunda jornada de Liga entre el Llevant y el Barça. A pesar de la espectacular remontada culé, que en la segunda parte logró darle la vuelta a un 0-2 en contra para establecer en el tiempo de descuento el 2 a 3 definitivo, el conjunto de Hansi Flick tuvo que hacer frente a algunas adversidades que van más allá del rival y del marcador para llevarse los 3 puntos. La mayor de ellas: la actuación arbitral. El colegiado canario, avisado por el árbitro de VAR Jorge Figueroa Vázquez, señaló poco antes del descanso un penal a favor del Llevant, que transformaba Morales en el 0 a 2, por unas manos de Balde. En el audio de la revisión, Hernández Hernández afirma que la mano del lateral blaugrana «está bastante separada» y que «saca el brazo», dando a entender que Balde no busca evitar el impacto del balón, sino todo lo contrario.

Tanto el público objetivo como gran parte de los especialistas, entre los que encontramos exárbitros de Primera División, aseguran que tanto el árbitro del partido como su homólogo en el VAR cometieron un error flagrante tanto al dar el aviso para que se revisara la jugada como al acabar señalando penalti. En esta primera acción polémica, la pelota impacta claramente en la mano de Balde, pero lo hace mientras se está girando de espaldas, con las manos muy pegadas al cuerpo y situadas en una posición inferior a los hombros; situaciones que contradicen lo que dicta el reglamento a la hora de penalizar estas jugadas. En cambio, el mismo árbitro no señaló unas manos de Tchouaméni dentro del área en el último Clásico disputado en Montjuïc el pasado mes de mayo. En aquella ocasión, el colegiado canario también fue avisado por el VAR, pero desestimó señalar la pena máxima argumentando que «Courtois estaba detrás» y que «los brazos estaban abajo». Si bien es cierto que el jugador del Real Madrid intentaba retirar el brazo en el momento del impacto, lo que no es discutible es que en aquella acción el brazo del futbolista francés estaba mucho más separado del cuerpo que el de Balde; interceptando claramente un disparo a portería.

Para acabar de redondear, Hernández Hernández tampoco señaló un penalti claro favorable al Barça en el tramo final del partido contra el Llevant, y con 2-2 en el marcador, por una patada de Unai Elgezabal a Lewandowski dentro del área local. Finalmente, las dos acciones polémicas descritas no acabaron influyendo por poco en el triunfo final de los blaugranas, pero mantienen en el punto de mira a un comité arbitral que cada día que pasa queda más en entredicho.



Nuevo comentario

Comparte

Icono de pantalla completa