Hansi Flick, entrenador del Futbol Club Barcelona, había augurado en rueda de prensa que el mes de diciembre sería mejor, después de un «noviembre desastroso». Nada más lejos de la realidad. El Barça ha vuelto a tropezar en la Liga, con un partido muy flojo contra el Real Betis en el Estadio Benito Villamarín. Los azulgranas se han adelantado en dos ocasiones, pero los andaluces han logrado empatar cada uno de los goles del Barça para terminar repartiéndose los puntos entre ambos equipos (2-2). El Real Madrid, con dos partidos menos que los culés, vuelve a depender de sí mismo para asaltar el liderato de la Liga. Para colmo, Flick ha acabado expulsado por protestar.
La crónica del Betis-Barça (2-2)
El partido comenzó caótico y el Betis se supo desenvolver de maravilla en este desbarajuste. Los andaluces empezaron a rondar la portería de Iñaki Peña constantemente y generaron córners con muchísima facilidad. En uno de estos, los verdiblancos estuvieron a punto de marcar el primer gol del partido, pero cuando la pelota ya estaba entrando, apareció el pie de Raphinha, salvador, para evitar el primero de los andaluces. Pocos minutos después, un error defensivo dejó al exazulgrana Abde solo ante Iñaki Peña y el portero del Barça tuvo que intervenir con una parada providencial para mantener su portería a cero.
Después de unos primeros diez minutos muy confusos, donde el Barça casi no pudo ni tocar el balón, los azulgranas se pudieron rehacer a partir de tener la posesión. Lamine Yamal y Raphinha estuvieron muy incisivos por las bandas y generaron las primeras aproximaciones al área bética, aunque ninguna se convirtió en una ocasión clara de gol. De este modo, el partido entró en un tramo de ritmo muy bajo, donde el Barça fue incapaz de traducir su dominio de la pelota en acciones de peligro, pero donde el Betis tampoco volvió a rondar la portería de Iñaki Peña como en los primeros minutos.
No obstante, cuando ya no quedaban muchos minutos de juego en la primera parte, el Barça sí logró generar una oportunidad clara en una de estas acciones de control total del balón. Tras una jugada combinativa muy larga, Jules Koundé recibió un balón en el extremo derecho y, con un centro preciso al primer toque, encontró el desmarque de Robert Lewandowski en el área pequeña. El delantero polaco solo tuvo que poner la bota para hacer lo que mejor sabe hacer: marcar goles. De este modo, tras una primera mitad donde el Barça probablemente no lo mereció especialmente, los azulgranas se fueron al descanso con ventaja en el marcador.
En la reanudación, el Barça salió con la intención de volver a tener el balón para controlar el partido y buscar el segundo gol. El problema, sin embargo, es que a los azulgranas les faltó mucha pausa. Intentaron encontrar la portería rival con precipitación y perdieron muchos balones. El Betis aprovechó este desconcierto para hacer lo mismo que hizo al inicio del duelo: moverse bien entre el caos. Sergi Altimira estuvo a punto de empatar el partido tras un mal rechace de Lewandowski en un centro lateral. A partir de aquí, los andaluces crecieron: Iñaki Peña hizo una de las paradas de la temporada para impedir el gol de Vitor Roque, tras una gran jugada individual de Abde. El mismo delantero marroquí tuvo una buena ocasión con un remate de cabeza.
Ante esta situación, Flick intentó revolucionar al equipo con cambios. Ferran Torres y Frenkie de Jong entraron en los lugares de Raphinha, para darle descanso, y Dani Olmo, que no hizo su mejor partido con el Barça. Esto, en vez de ayudar al Barça, lo perjudicó. De Jong demostró que sus buenos minutos contra el Mallorca fueron solo un espejismo e hizo un penalti absurdo para darle al Betis la mejor de las oportunidades para empatar. Giovani lo Celso transformó el lanzamiento desde los once metros para igualar el marcador. Además, Flick acabó expulsado por las protestas en la acción del penalti.
Entraron más jugadores de ataque del Barça: Pau Víctor y Gavi sumaron más fuerza al apartado ofensivo de los azulgranas, ya que Flick no podía permitirse un nuevo tropiezo en la Liga. Lamine Yamal también se dio cuenta de la importancia de sumar los tres puntos en este partido y se echó el equipo a las espaldas. El joven delantero catalán comenzó a pedir el balón para generar desequilibrio en la banda derecha y lo acabó consiguiendo. En una acción individual sensacional, filtró un pase perfecto para Ferran Torres y el valenciano no perdonó. Este gol también dio la razón a Flick: si el cambio de De Jong provocó un penalti en contra, el de Ferran Torres supuso un gol a favor.
Con este gol parecía que el duelo ya iría cuesta abajo para los azulgranas, pero el Betis tenía otros planes. Manuel Pellegrini revolucionó al equipo e hizo entrar a jugadores jóvenes, que lograron que el Barça no pudiera tener el dominio del balón en la recta final del partido. Esto lo aprovechó Assane Diao, de solo diecinueve años, que se sacó de la chistera un golazo en el tiempo añadido para acabar empatando el partido. El Barça de Flick sigue sin estar bien y sin ser aquel equipo que maravilló a Europa al inicio de temporada. El técnico alemán tendrá que ajustar piezas y hacer varios retoques mientras las dudas comienzan a crecer a su alrededor.
