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El Barça de Flick recupera su estilo para romper la mala racha (3-0)

Hoy sí. Después de dos tropiezos consecutivos que habían generado más ruido del que merecía este equipo, el Fútbol Club Barcelona de Hansi Flick ha vuelto al camino de la victoria. Para lograrlo, los blaugranas han aprovechado una presa fácil, como es el Brest. Aunque los franceses eran el equipo revelación de la UEFA Champions League, no tuvieron nada que hacer en el Estadio Olímpico Lluís Companys. Robert Lewandowski, con un doblete, y Dani Olmo marcaron los goles de la victoria blaugrana (3-0), aunque podrían haber sido muchos más. Los de Flick han vuelto a mostrar su cara más reconocible, como el mismo técnico había prometido en rueda de prensa: juego muy ofensivo, pero con mucha más calma y criterio, presión ejecutada a la perfección, un dominio general de la posesión y una defensa contundente bien combinada con la estrategia del fuera de juego. El Barça supera al Brest en la clasificación de la Champions y se coloca segundo, a la espera de los resultados de algunos rivales.

La crónica del Barça-Brest (3-0)

El Barça salió con un nivel de concentración muy diferente a los últimos partidos. Con una alineación casi idéntica a la del empate contra el Celta, con el único cambio de Fermín López en lugar de Gavi. Flick mantuvo la confianza en Gerard Martín, quien salió señalado de Balaídos. Que el problema del Barça no era de plantilla quedó claro desde el primer momento, cuando el juego de los blaugranas fue mucho más pausado y acertado que en los últimos duelos, con mucha más fluidez en los pases, casi siempre con criterio, y así, las aproximaciones al área del Brest llegaron enseguida. Después de diez minutos rondando la portería rival, Marco Bizot, portero de los franceses, atropelló a Robert Lewandowski dentro del área, el árbitro señaló penalti y el mismo polaco lo transformó para situar el 1-0 en el marcador. Este fue su gol número 100 en la Champions.

Tras el primero, el Barça rozó el segundo en varias ocasiones. Una recuperación muy peligrosa de Jules Kounde cerca del área rival permitió una entrada aún más peligrosa de Raphinha, que Lewandowski no remató por centímetros. Fermín también tuvo un par de oportunidades muy claras, pero no tuvo la misma eficacia con la que guió a la selección española al oro olímpico. Bizot estuvo especialmente inspirado al detener una de estas ocasiones del andaluz. Y en casi todas las jugadas de peligro del Barça hubo un denominador común: Raphinha. El delantero brasileño continúa a un nivel excelso que demuestra partido tras partido. En cualquier caso, aunque el segundo del Barça no llegó antes del descanso, los culés tenían el partido perfectamente controlado en la mitad, con un Brest totalmente inofensivo y bien defendido.

Robert Lewandowski celebra su gol contra el Brest en la primera mitad | Europa Press
Robert Lewandowski celebra su gol contra el Brest en la primera mitad | Europa Press

En la reanudación, al Barça le costó unos minutos despejarse, pero cuando lo consiguió, el estilo de Flick fue aún más reconocible que en la primera parte. Y así, con este ritmo diésel, las jugadas trenzadas con criterio comenzaron a dar sus frutos. Después de un susto del Brest en fuera de juego, Bizot volvió a ser providencial para evitar el gol de Fermín. Pocos minutos después, Dani Olmo estuvo a punto de marcar con un disparo con el portero superado que sacó la defensa del Brest bajo los palos. Y, finalmente, después de tanta mala suerte y perdonar tanto, llegó el segundo. El mismo Olmo realizó una jugada descomunal en el interior del área para quedarse solo ante el portero y, con sangre fría, superar a Bizot con un gran detalle técnico.

Después del gol, Olmo cedió su puesto a Gavi, que volvió a salir como un toro. Con Pedri y Marc Casadó al lado, quienes hicieron un auténtico partidazo, el centro del campo blaugrana continuó desplegando unos niveles de calidad excelsos. El Brest intentó cazar la espalda del Barça para dar la sorpresa y reengancharse al partido, pero la estrategia del fuera de juego de Flick volvió a funcionar a la perfección. De hecho, los franceses llegaron a marcar un gol, pero fue anulado por posición incorrecta. Y el Barça continuó haciendo de las suyas en ataque. Pablo Torre perdonó una ocasión clarísima que ya se estaba celebrando, mientras el dominio de los blaugranas se imponía continuamente sobre el terreno de juego. Finalmente, en el tiempo añadido, Lewandowski convirtió la victoria en goleada con su doblete y el tercero de los culés. Así, termina la mala racha de dos tropiezos consecutivos y el Barça de Flick vuelve a ser el Barça de Flick.



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