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El Barça adelanta un día el Domingo de Resurrección (4-3)

El día de la Resurrección de la Semana Santa suele ser el domingo, pero el Fútbol Club Barcelona lo ha adelantado al sábado. El conjunto azulgrana ha conseguido una remontada importantísima para la Liga contra el Celta en el Estadio Olímpico Lluís Companys. El Barça se adelantó en el marcador, pero los gallegos, que hicieron un gran partido, marcaron tres goles consecutivos y parecía que iban lanzados a la victoria. Los azulgranas, sin embargo, en una reacción de campeones, dieron la vuelta al marcador cuando casi nadie en Montjuïc lo creía y, con un gol de penalti en el tiempo añadido (4-3), lograron un triunfo muy dramático, que puede ser clave para el título de Liga. El Real Madrid ya se estaba frotando las manos, pero suma una nueva decepción pocos días después de la eliminación en la UEFA Champions League.

La crónica del Barça-Celta (4-3)

Con un calendario de partidos muy apretado y las quejas sonadas de Flick en la pasada rueda de prensa, era de esperar que el técnico alemán hiciera rotaciones en este duelo contra el Celta. La más destacada ha sido la de Lamine Yamal, que se quedó en el banquillo y en su lugar entró Ferran Torres. Este cambio fue un acierto, ya que, tras un primer aviso del Barça donde Robert Lewandowski estuvo a punto de adelantar a los azulgranas, el delantero valenciano marcó diferencias. En el minuto doce, condujo un balón por el terreno de juego, se plantó en la frontal del área y, en lugar de dar el pase, buscó un tiro cruzado que ejecutó a la perfección y superó a Vicente Guaita con el primer gol del partido.

Poco tiempo después, sin embargo, las cosas volverían a ponerse como estaban. En un contraataque del Celta muy mal defendido por el Barça, Szczesny se equivocó en la salida y Borja Iglesias igualó el marcador con un tiro a puerta vacía. Los gallegos ganaron confianza con este gol y, de hecho, volvieron a tener una ocasión clara que, en este caso, sí pudo detener el portero polaco. A partir de aquí, el Barça tuvo espacios para crear peligro en el área rival, pero no pudo perforar la portería de Guaita antes del descanso. Y, justo antes de terminar la primera mitad, Szczesny volvió a ser protagonista con una doble parada sensacional que hizo olvidar su error en el gol. Al descanso, empate a un gol.

Ferran Torres celebra su gol contra el Celta | Europa Press
Ferran Torres celebra su gol contra el Celta | Europa Press

En la reanudación, ambos equipos mantuvieron el mismo guion y esto acabó favoreciendo al Celta. En una de las primeras acciones de la segunda mitad, un lío defensivo entre Frenkie de Jong e Iñigo Martínez dejó a Borja Iglesias solo frente a Szczesny y, en esta ocasión, el portero polaco ya no pudo hacer nada para evitar el gol rival. De este modo, los gallegos dieron la vuelta al marcador y se pusieron por delante del Barça para dar la sorpresa en Montjuïc y añadir picante a esta Liga.

Flick hizo dos cambios con la clara intención de remontar el partido. Entraron Lamine Yamal y Dani Olmo, dos de los jugadores con más calidad de la plantilla, en los lugares de Ferran Torres y Fermín López. El Barça se lanzó al ataque, pero lo hizo a la desesperada a pesar de tener todavía muchos minutos por delante. El Celta leyó esto a la perfección y aprovechó una pérdida de los culés en la frontal del área para lanzar un balón a la zona ofensiva que la defensa del Barça, muy adelantada, se comió con patatas. Borja Iglesias, nuevamente, cazó el balón y definió el mano a mano con Szczesny a la perfección. Hat-trick para el panda y Montjuïc en silencio en lo que parecía una victoria clara para los gallegos.

No obstante, aún quedaba mucho partido por jugarse y este Barça, que es extremadamente competitivo, no bajó los brazos. Tanto es así que en una de las jugadas posteriores al tercero del Celta, un gol que habría hundido a muchos equipos, el Barça recortó distancias. En una combinación de muchísima calidad entre los jugadores azulgranas, Raphinha le regaló un pase perfecto a Dani Olmo en el interior del área y el delantero catalán definió a placer. Este gol dio alas al Barça, que continuó atacando sin complejos y encontró el tercer gol enseguida. Lamine Yamal sirvió un centro fantástico al punto de penalti y Raphinha, con un remate de cabeza muy forzado, empató el partido.

Parecía que todo iba cuesta abajo y que el Barça iba lanzado hacia la remontada, pero el Celta pudo detener la sangría del conjunto culé e incluso tuvo una ocasión para volver a adelantarse en el marcador, que Iñigo Martínez detuvo con una acción que le podría haber costado la tarjeta roja. El Barça rebajó aún más la euforia unos minutos más tarde cuando Lewandowski se dejó caer al suelo, incapaz de continuar jugando por una lesión muscular. El polaco tuvo que abandonar el terreno de juego y habrá que saber el tiempo que estará de baja en un momento tan delicado de la temporada.

Esta lesión dejó al Barça muy tocado. Tanto, que el Celta pasó a dominar el tramo final del partido. De hecho, el exculé Òscar Mingueza tuvo una ocasión clarísima que perdonó en los últimos momentos del duelo. Cuando todo parecía destinado al empate, una caída de Dani Olmo en el interior del área lo cambió todo. El árbitro primero dejó continuar el juego, pero el VAR lo avisó y acabó señalando un penalti clarísimo. Raphinha lo ejecutó desde los once metros y no falló. La euforia en Montjuïc fue total. El Barça consiguió remontar un partido que llegó a perder por dos goles de diferencia y da un golpe de autoridad en la Liga que puede ser definitivo.



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