Es difícil expresar con palabras la auténtica exhibición de juego que el Fútbol Club Barcelona ha brindado a su afición en una noche gélida en Montjuïc. El conjunto blaugrana ha jugado con el Real Betis como si fuera un muñeco, lo ha goleado y ha pasado a los cuartos de final de la Copa (5-1). El Barça ha prolongado el gran nivel de la final de la Supercopa contra el Real Madrid y, con una nueva manita, ha dado una gran alegría a sus seguidores. El equipo de Hansi Flick ha dejado definitivamente atrás el bache de los meses de noviembre y diciembre y se ha convertido en un conjunto aún más convincente que el que maravilló a Europa al inicio de temporada. Los goleadores han sido Gavi, Kounde, Raphinha, Ferran Torres y Lamine Yamal, con especial mención para el último, que ha elevado a un escalón superior su magia con una actuación sublime. Por parte del Betis, Vitor Roque, cedido por el Barça, ha hecho el gol del honor desde el punto de penalti.
La crónica del Barça-Betis de Copa (5-1)
Si alguien creía que el Barça saldría resacoso al terreno de juego, celebrando aún la Supercopa, el conjunto blaugrana se ha encargado de desmentirlo rápidamente. Flick apostó por un once con algunas rotaciones y entraron jugadores poco habituales y discutidos como Frenkie de Jong o Gerard Martín, mientras que quedaron fuera vacas sagradas como Robert Lewandowski. Aun así, la puesta en escena de los culés fue inmejorable. La intensidad que pusieron los jugadores del Barça desde el primer minuto dejó al Betis totalmente descolocado y los andaluces se limitaron a observar cómo los blaugranas hacían lo que querían con ellos, sin capacidad de reaccionar y sin ver pasar la pelota, con un Lamine Yamal como protagonista absoluto, liderando todos los ataques con un desequilibrio imparable.
Tan abrumadora era la superioridad del Barça, que los de Flick solo necesitaron tres minutos para adelantarse. Gavi cazó un balón en el interior del área, hizo una buena jugada individual y superó a Fran Vieites con una facilidad casi insultante. Dani Olmo, que volvía a la titularidad después del caso de las inscripciones, jugó como falso delantero centro y buscó el gol por tierra, mar y aire. Durante toda la primera mitad tuvo varias ocasiones para conseguirlo, sobre todo dos clarísimas, donde Montjuïc ya se levantaba para celebrar el gol, pero Vieites y el poste lo impidieron en última instancia.
El Barça era amo y señor del partido y era cuestión de tiempo que cayera el segundo. En el minuto 27, una nueva acción fantástica de Lamine Yamal por la banda, la enésima, terminó con un pase al interior del área para Kounde. El defensa francés pescó el balón en el aire con una volea espectacular y superó a Vieites con un disparo ajustado al poste. Un gol increíble que firmarían los mejores delanteros del mundo. Montjuïc estaba disfrutando al máximo y, recordando la goleada al Madrid en la final de la Supercopa, el estadio comenzó a temblar con un «boti, boti, boti madridista quien no bote» espectacular.
Y antes del descanso aún hubo tiempo para más emociones. El Barça continuó dominando el partido a placer, pero el Betis estuvo a punto de recortar distancias en una jugada aislada. Un centro lateral terminó con un remate de Vitor Roque a quemarropa que parecía imparable. Sin embargo, Iñaki Peña sacó una mano espectacular para evitar el gol del jugador blaugrana cedido al Betis. Y en el último minuto del tiempo añadido, Lamine Yamal y Kounde volvieron a combinar y el francés volvió a marcar un gol descomunal. El VAR, sin embargo, lo anuló por un fuera de juego muy ajustado. El partido se fue al descanso con esta pequeña decepción en Montjuïc, pero en un ambiente de euforia generalizada por esta gran primera mitad, una de las mejores del Barça de esta temporada, y ya es decir.

La segunda parte comenzó exactamente igual que terminó la primera, es decir, con un dominio abrumador del Barça y un gol anulado entre polémica. Frenkie de Jong sirvió una gran asistencia para Lamine Yamal y el joven delantero catalán culminó la acción con un remate ajustado al poste. El VAR, sin embargo, anuló el gol por un fuera de juego al inicio de la acción, mucho antes del disparo final. Mientras aún duraban las protestas, el mismo Lamine decidió solucionarlo por su cuenta. Enganchó un balón en su campo, cruzó todo el campo con el esférico pegado a la bota y, cuando entró al área rival, dejó ir el balón, que cayó a los pies de Raphinha y, con toda la portería a su favor, no perdonó.
Con el tercer gol, el Barça tenía el partido sentenciado. Flick hizo cambios para dar minutos a jugadores menos habituales y descanso a los titulares. Los blaugranas, sin embargo, no bajaron el ritmo, todo lo contrario. Ferran Torres, que acababa de entrar, pescó un muy buen centro de Dani Olmo e hizo el cuarto. Con ganas de mambo y de una nueva manita, el Barça mantuvo la marcha para continuar ahogando a un Betis que se vio tan superado que parecía una eliminatoria de Copa de primera ronda, con dos rivales con mucha diferencia de categoría. En medio de esta vorágine, Lamine Yamal consiguió por fin el gol que tanto merecía. Fue en un contraataque que definió a la perfección, si bien el árbitro volvió a anular el gol por fuera de juego, pero esta vez fue el VAR quien lo validó. Casi al final, Vitor Roque hizo el gol del honor para el Betis de penalti. No lo celebró, algo natural, y es que ahora mismo sería una locura enemistarse con este Barça imparable.



