El Fútbol Club Barcelona sigue imbatido en la Liga. El equipo de Flick ha contado los partidos por victorias en este inicio con los siete triunfos que le permiten ser líder en solitario y mantener la distancia con el Real Madrid. Esta vez, el Barça ha sido dominador y ha disfrutado de buenas oportunidades, pero ha acabado sufriendo porque no ha cerrado el marcador. De hecho, Borja Mayoral ha tenido una buena oportunidad dentro del área cuando se encontraba solo, pero no ha conseguido conectar un buen remate. Buen partido de todo el equipo, que no se ha visto compensado con un marcador más amplio. Ahora bien, el gran señalado del partido entre los dos equipos ha sido el árbitro Pablo González Fuertes, que no ha castigado la dureza de las entradas del Getafe con ninguna tarjeta hasta el minuto 70.
El Getafe había venido al Lluís Companys a intentar trabar el partido para puntuar contra el Barça. El equipo madrileño, bajo la dirección de Bordalás, ha demostrado una vez más su estilo de juego caracterizado por la dureza y la agresividad en el campo. Este estilo, que se ha vuelto distintivo del equipo, se ha manifestado a través de entradas contundentes sobre los jugadores de Hansi Flick. En el partido de hoy, los jugadores del Getafe no han dudado en frenar el ataque y el juego del Barça, cosa que ha llevado a una serie de faltas que, en muchos casos, han sido claras y evidentes.

La carencia de tarjetas de González Fuertes
Aun así, lo que ha levantado la polémica entre los aficionados y jugadores del Barça ha sido la permisividad del árbitro, Pablo González Fuertes. A pesar de las numerosas infracciones cometidas por el Getafe, la primera tarjeta amarilla no se ha mostrado hasta el minuto setenta, levantando una ovación irónica del público en Montjuic. Esta falta de sanciones ha permitido que el equipo madrileño continuara con el juego agresivo, llegando a poner en riesgo la integridad de los jugadores del Barça, que han sufrido varias entradas duras sin que hayan sido sancionadas con tarjeta por parte del árbitro.
De hecho, el que ha recibido la tarjeta ha sido Raphinha. El brasileño ha protestado las constantes faltas que estaban haciendo los jugadores de Bordalás y la carencia de tarjetas. González Fuertes, lejos de sancionar las infracciones del Getafe ha amonestado el jugador del Barça. De esta forma, los dos equipos han acabado con las mismas tarjetas: una para Arambarri y una para Raphinha, a pesar de que el Getafe ha hecho 15 faltas por las 4 de los de Flick.