El Estadio de los Juegos del Mediterráneo ha sido testigo de un partido nada cómodo para ninguno de los dos equipos implicados. La posibilidad de asegurar la segunda posición a la Liga con un margen de cuatro puntos sobre el Girona Fútbol Club provocaba que el Fútbol Club Barcelona encarase la jornada con la tensión justa para estar atento, pero insuficiente como para tener la pretensión de lucirse. Hace tiempo que las cosas van a la inversa al club azulgrana, hasta el punto de cambiar el carácter de los días. A pesar de ser lunes, para los culés la semana empezó con carácter festivo desprendido de la victoria contra la Real Sociedad. Pero el duelo contra el Almería ha tenido la idiosincrasia de un lunes: ha sido espeso y de alma cansada. El Barça ha ganado el conjunto andaluz por 0-2 a un enfrentamiento que para los azulgranas era un trámite, que para sus rivales era lo primero de los últimos tres bailes en la Primera División y que los jóvenes de La Masía han aprovechado para hacer las cosas habituales de la juventud, es decir, necesitar poco para divertirse a pesar de que el ambiente no invite. Quien más ha aprovechado la noche ha sido Fermín López, que con dos goles ha llegado a los diez en su primera temporada como culé.
La crónica de la Almería 0-2 Barça
El entrenador azulgrana, Xavi Hernández, ha aprovechado el partido contra el Almería para hacer rotaciones y dar más minutos a los jóvenes y otros jugadores poco habituales. Estos fueron los casos de Héctor Fort, Ferran Torres, Fermín López, incluso de Pedri después de tanto tiempo alejado de los terrenos de juego. Andreas Christensen descansó en el banquillo y quien lo sustituyó en el once titular desde el inicio fue Sergi Roberto, que actuó de pívot. El partido empezó con la picaresca habitual de Lamine Yamal, a quien le dan igual los estados de ánimo para buscar sotanas o aportar detalles de calidad. Los locales sufrieron principalmente por dos aspectos: el control del medio del campo culé y la falta de efectividad ante Marc-André Ter Stegen. Con la excepción del canario, todos los mediocentros eran de La Masía. Se podía apreciar como entendían qué tenían que hacer porque Torres o Yamal generaran ocasiones.
Pero el gol no llegó por parte de los delanteros, sino de un mediocentro en concreto: Fermín López. Llegado el cuarto temprano inicial, el azulgrana aprovechó una centrada de Fort para rematar al segundo palo. Empezó la carrera desde la segunda línea para acabarla al córner con su característica celebración. Después del 0-1 inicial, el ritmo disminuyó. Al Barça le empezó a pesar el tiempo y el Almería recayó en su desesperación de toda la temporada: tener ocasiones para desaprovecharlas. En el 20′ Leo Baptistao desaprovechó un mano a mano con Ter Stegen después de una gran carrera, hizo todo bien menos la definición. Lamino Yamal avisó rápidamente con una gran jugada individual que acabó con el esférico chocando con el larguero desde la banda derecha. Después de muchos minutos de incómoda comodidad azulgrana, Embarba buscó 20 minutos después la portería del alemán. Su chut, pero, se desvió hacia la derecha de Marc-André. Dar el susto al conjunto dirigido por Xavi antes del descanso no fue posible para los andaluces.
La definición gráfica de cómo es estar mal anímicamente la recreó el ‘Choco’ Lozano. Solo dos minutos después del descanso, el hondureño tuvo la oportunidad de marcar el empate. Estaba solo en su punto de penalti contra Ter Stegen, pero envió directamente la pelota fuera. Pocas jugadas definen tan bien la impotencia. El Barça no era diferencial defensivamente, pero sí que lo era ofensivamente. Por lo tanto, siempre tenía herramientas para hacer daño. Fermín López volvió a aparecer en el minuto 67 para confirmar que, si el resto no quiere aprovechar las ocasiones, no es su problema. El mediocentro marcó el segundo gol de la noche llegando un golpe más desde la segunda línea. Esta vez, pero, el remate fue con el pie, seca y precisa para asegurar la victoria y reafirmar la segunda posición a la Liga de los culés.
Como el partido no estaba muy animado, Xavi optó para dar minutos a Vitor Roque. El gesto era de pura sorpresa. Después de semanas sin estar invitado en la fiesta, el brasileño volvía a la pista de baile cuando ya había desistido. Oriol Romeu también vivió una situación similar, puesto que no fue el titular para el pívot, pero sí que tuvo minutos residuales hacia el final del partido. El Almería también intentó revolucionar el enfrentamiento con cambios, pero no tuvo éxito. El duelo entre los andaluces y los azulgranas parecía pesar muchísimo a los dos equipos, no por el estado físico, sino por la situación anímica. Con un entorno con aire melancólico, los jóvenes de La Masía fueron los únicos que aprovecharon el jueves para vivir, que como decía el escritor Gabriel García Márquez, a veces no es más que sobrevivir.