El pasado 15 de septiembre, Samuel Umtiti anunció que se retiraba del fútbol profesional con solo 32 años. Dos meses después, el que fue jugador del Barça se ha sincerado y ha explicado el calvario que vivió en el conjunto blaugrana y con las lesiones a lo largo de su carrera.
«Pasaron tantas cosas… Ni siquiera salía de casa»
Umtiti prometía ser un central de época. Su gran nivel lo llevó al Barça en 2016 y a proclamarse campeón del mundo con Francia en 2018. Sin embargo, el Mundial lo jugó infiltrado y a pesar de salir campeón, acabaría siendo el principio de su caída hasta el infierno y es que desde entonces, las lesiones le impedirían recuperar el gran nivel mostrado.
En el programa ‘Génération After’ de RMC, Umtiti ha explicado lo sucedido en su momento: «Después del Mundial, quise tomarme un tiempo para averiguar exactamente qué tenía y tomar las decisiones correctas sobre mi tratamiento. No estábamos del todo de acuerdo con el club (el Barça), así que busqué otras opciones y consulté con especialistas. La mayoría me dijo que no necesitaba operarme. Al final, el Barça respetó mi decisión».
🚨 « 𝗠𝗘𝗡𝗧𝗔𝗟𝗘𝗠𝗘𝗡𝗧 𝗝’𝗔𝗜 𝗘́𝗧𝗘́ 𝗧𝗥𝗘̀𝗦 𝗧𝗢𝗨𝗖𝗛𝗘́, 𝗣𝗘𝗨𝗧-𝗘̂𝗧𝗥𝗘 𝗣𝗔𝗥 𝗗𝗘𝗦 𝗗𝗘́𝗣𝗥𝗘𝗦𝗦𝗜𝗢𝗡𝗦… » 😔😪
— Actu Foot (@ActuFoot_) November 15, 2025
Samuel Umtiti 🇫🇷 raconte son passage à Barcelone avec sa blessure au genou qu’il n’a jamais pu soigner…
« Il y avait tellement de choses…… pic.twitter.com/cyRUH9qd0c
La decisión de no operarse provocó que la gente lo criticara, ya que su rendimiento ya nunca sería el mismo. «La gente comenzó a hablar, a decir cosas que no eran del todo ciertas, echándome toda la culpa a mí», ha recordado un Umtiti que ha reconocido que «lo más importante para mí era volver a jugar». El francés se ha sincerado y ha dado detalles de los esfuerzos y sacrificios que hizo para poder lograr su propósito, así como del calvario que vivió: «Mentalmente, me afectó muchísimo, quizá por los episodios de depresión. Pasaron tantas cosas… Ni siquiera salía de casa. Trabajé durísimo, hacía dos o tres sesiones de entrenamiento al día, tenía un curso de preparación… Era increíble lo que hacía, prácticamente no tenía vida, no veía a mis amigos. Cuando leía todo lo que salía en la prensa, pensaba: ‘¿Cómo pueden pensar eso de mí? Yo no soy así, el dinero no me motiva’. Solo quería jugar…».
