Món Esport
Un exjugador blaugrana revela su calvario en el Barça de Valverde

Yerry Mina ha destapado el calvario que vivió en el Fútbol Club Barcelona con una confesión contundente: Ernesto Valverde no le dirigió la palabra durante siete meses. En una entrevista a La Gazzetta dello Sport, el central colombiano ha repasado una etapa que ha calificado de frustrante a pesar de los títulos colectivos. Mina llegó al Camp Nou en el invierno de 2018 procedente del Palmeiras por 12,4 millones de euros y, a pesar del impulso con el que se presentaba, pronto comprobó que tendría poco espacio. “El entrenador solo me habló el primer día. Después, nunca más”, relató. Por otro lado, también ha revelado que el Real Madrid sondeó su fichaje, pero él optó por el Barça, una decisión que tomó “por convicción”, aunque el resultado no fuera el esperado.

Yerry Mina: «Valverde no me dirigió la palabra en siete meses»

Ante la falta de oportunidades, Mina decidió abrir una nueva etapa. José Mourinho, entonces en el Manchester United, le llamó personalmente para convencerlo, pero el central aún no estaba recuperado del todo. Finalmente, Marco Silva lo sedujo con el proyecto del Everton, que pagó 30,25 millones de euros por un traspaso que fue muy sonado. “Fueron cinco años fantásticos; Carlo Ancelotti contaba conmigo”, explicó, antes de recordar que una avalancha de lesiones frenó al equipo en un momento clave. Después de una breve etapa en la Fiorentina, en enero de 2024 se marchó al Cagliari. “Claudio Ranieri me llamó y me dijo que necesitaba un defensa con carácter; yo le respondí que iría si podía jugar. Siempre me ha dado confianza y me he sentido al 100%”, subrayó, situando la Serie A como el contexto en el que ha recuperado continuidad y liderazgo.

Yerry Mina, con la camiseta del Barça | Europa Press
Yerry Mina, con la camiseta del Barça | Europa Press

El defensa también ha puesto contexto a su carácter competitivo. Hijo de un exportero del Deportivo Cali, ha explicado que de pequeño caminaba una hora para ir a entrenar porque no tenía dinero para el bus y que encadenó pruebas fallidas en las que lo tildaban “de flaco y malo”. “Perseveré para ayudar a la familia”, dijo. Hoy, a los 30 años, se declara en paz con el pasado azulgrana, agradece el cariño de la afición y extrae lecciones de aquel vestuario donde sintió que no tenía voz.



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