Corría la segunda parte del partido de Copa contra el Atlético de Madrid y Hansi Flick ordenó a Pablo Gavi que se calentara por si era necesario hacerlo entrar a jugar. El duelo se estaba poniendo muy intenso y las piernas frescas de un jugador tan luchador, y a la vez con tanta calidad como Gavi, parecían las indicadas para reforzar al equipo. Flick, sin embargo, fue haciendo cambios y el centrocampista andaluz no entró. Finalmente, se volvió a poner el chándal y dejó de calentar. Lo que en un primer momento pareció una decisión técnica ahora se ha revelado que tenía un motivo de peso detrás: Gavi notó molestias en la rodilla, justamente en la misma que sufrió una grave lesión la temporada pasada y lo mantuvo apartado de los terrenos de juego durante un año.
Gavi, con molestias, no jugó contra el Atlético de Madrid por precaución
Flick apuesta siempre por la máxima prudencia, sobre todo en lo que respecta a hacer jugar a futbolistas que están cansados, tienen molestias, salen de lesión o tienen poco ritmo competitivo. Por eso, el técnico alemán no lo pensó dos veces y descartó la entrada de Gavi sobre el terreno de juego cuando el centrocampista de la Masia hizo saber que había notado alguna molestia en la rodilla. Ahora queda ver si podrá estar listo y tener minutos en el próximo partido de Liga contra el Betis o si estos problemas físicos se convierten en algo más serio.
Llega el tramo más exigente de la temporada, donde el Barça comienza a jugarse los títulos en la recta final de todas las competiciones, y Flick necesita disponer de tantos jugadores de la plantilla como le sea posible. Por eso, mantener a Gavi en forma es vital y es probable que descanse también en el próximo partido, siempre que las molestias se mantengan aunque sea de manera muy leve, ya que no es el momento de arriesgar. Habrá que ver cómo evoluciona su caso.
