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Mounir Nasraoui, padre de Lamine: «Me vi entre la vida y la muerte»

Mounir Nasraoui, el padre de Lamine Yamal, se recupera en el Hospital de Can Ruti de Badalona después de sufrir un intento de asesinato el pasado miércoles 14 de agosto al ser apuñalado por un grupo de personas en un parking de Mataró. Los Mossos d’Esquadra, que iniciaron una investigación solo se conocieron los hechos, ya han detenido a cuatro personas por su implicación, que han pasado a disposición judicial por su tentativa de homicidio.

En una entrevista telefónica concedida en el programa el Chiringuito de Jugones, el padre del joven jugador catalán ha asegurado que ya se encuentra «mejor» de las heridas que le ocasionó el apuñalamiento derivado de una discusión previa. «Gracias a Dios estoy mucho mejor, me acaban de subir a planta«, confirmaba Mounir Nasraoui. El padre de Lamine Yamal ingresó en el centro hospitalario con un pronóstico reservado, pero ahora ya se encuentra a salvo.

El padre de Lamine Yamal ha asegurado en el programa de Josep Pedrerol que tuvo miedo porque sufría por su vida. «Me veía entre la vida y la muerte, está claro que tuve miedo. Como cualquier ser humano«, ha asegurado. «Ojalá salga cuanto antes mejor», ha añadido Nasraoui.

En la misma entrevista, Nasraoui ha asegurado que confía que la justicia haga su trabajo hacia las personas que lo apuñalaron, al mismo tiempo que ha reconocido que «tiene que estar más tranquilo por el bien de todo el mundo, el mío y el de mi familia». «No me queda otra. Hay que pensar que la justicia hará su trabajo y lo hará. Es lo más importante. En la vida todo tiene solución«, ha explicado.

Mounir Nasraoui, junto a su hijo Lamino Yamal | Instagram
Mounir Nasraoui, junto a su hijo Lamino Yamal | Instagram

Una discusión por agua y una quedada trampa

A medida que van pasando las horas se empiezan a conocer más detalles de los hechos. Según ha avanzado La Vanguardia, la discusión previa al apuñalamiento se habría producido porque Mounir Nasraoui habría recriminado a los detenidos que le hubieran tirado agua desde un balcón del piso mientras pasaba por la calle de la ciudad del Maresme. Ante esto, se generó una discusión entre las dos partes.

Después de la discusión, con intervención policial incluida, ambas partes se habrían citado en un parking del barrio de Rocafonda para hacer las paces de forma amistosa. Ahora bien, según ha informado el mismo medio, los presuntos agresores habrían bajado del vehículo con el cual llegaron y le dieron tres puñaladas con un destornillador sin decir nada.

De hecho, el padre del joven jugador catalán habría tenido suerte de la rápida atención del Servicio de Emergencias Médicas (SEM), puesto que las tres puñaladas que habría recibido, dos en la zona abdominal y otra a la altura del tórax, le estaban generando una pérdida de sangre considerable que podría haber puesto en riesgo su vida. De hecho, La Vanguardia también ha explicado que puede haber estado clave la intervención de un amigo del barrio que apareció en plena agresión para evitar consecuencias fatales.



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